“Si se gobierna como una república bananera, con corrupción flagrante y un líder que se pone por encima de la ley, perdemos las cualidades que han hecho a Estados Unidos excepcional e indispensable”, afirma en una columna en The New York Times.
“Si se gobierna como una república bananera, con corrupción flagrante y un líder que se pone por encima de la ley, perdemos las cualidades que han hecho a Estados Unidos excepcional e indispensable”, afirma en una columna en The New York Times.