Ya no es un “cuento”, sino más bien una imagen que se desvanece cuando deja de ocupar la retina de los espectadores. El éxito de la novela sin texto y el libreto sin guion.
Ya no es un “cuento”, sino más bien una imagen que se desvanece cuando deja de ocupar la retina de los espectadores. El éxito de la novela sin texto y el libreto sin guion.