Se llamaba Frederick, era barbero y emigró de Alemania a Nueva York para evitar el servicio militar. Regenteó restaurantes y burdeles durante la fiebre del oro en EE.UU. y Canadá. Navegación de entradas Escapes de orina, un problema tan común como silenciado: despejan mitos de la incontinencia urinaria Apropiación cultural en la moda: cuando la mano del creador queda oculta