Una perra apodada Belka (Ardillita) sigue esperando a su dueño. Los rescatistas y los familiares del hombre la llevan a su casa, pero la perra vuelve y se sienta sobre el hielo. Navegación de entradas Mario Massaccesi y su largo camino para volver a sonreír: «Siempre estamos a tiempo de sanar» Río Paraná: desesperada búsqueda de un sargento del Ejército que cayó al agua durante un ejercicio militar