El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha puesto en valor la «irreemplazable» labor de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en un alegato que se produce en respuesta a la propuesta de ley planteada en el Parlamento israelí (Knesset) para suspender sus actividades en Israel, afectando así a los territorios palestinos ocupados.

«He escrito directamente al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para expresar mi profunda preocupación sobre la legislación que podría impedir a la UNRWA continuar su trabajo esencial en el territorio palestino ocupado», ha manifestado Guterres en declaraciones a los medios desde la sede de Naciones Unidas en la ciudad estadounidense de Nueva York.

En palabras de Guterres, la suspensión total de las actividades de la UNRWA sería «una catástrofe en medio de lo que ya es un desastre», por lo que ha procedido a ensalzar la labor humanitaria de la organización, su papel en el reparto y protección de convoyes con ayuda, su empeño en garantizar la educación de los niños palestinos y su trabajo en materia de salud.

Así pues, en caso de que finalmente se aprobara este medida en la Knesset, se daría un paso en contra de la Carta de Naciones Unidas y se certificaría lo que la máxima autoridad de la ONU considera que sería «una violación de las obligaciones de Israel bajo el Derecho Internacional».

«Políticamente, esta legislación sería un enorme paso atrás a los esfuerzos para una paz sostenible y a una solución de dos Estados, aireando aún más inestabilidad y seguridad», ha añadido Guterres, que lamenta que esta propuesta legislativa se produzca en un momento de «espiral de muerte» en Gaza y ante los «terribles» acontecimientos en Líbano.

Estas declaraciones del máximo representante de Naciones Unidas se producen después de que la comisión de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset israelí diera el fin de semana su aprobación a la puesta en marcha de un proyecto de ley para suspender las actividades de la UNRWA en todo el país, lo que afectaría a los territorios palestinos ocupados.

UNA GUERRA GESTIONADA DE FORMA «INCORRECTA»

Por otro lado, Guterres ha aprovechado la ocasión para recriminar a las autoridades políticas y militares de Israel la «incorrecta» forma en que están llevando a cabo la guerra, especialmente por sus ataques contra zonas residenciales en la Franja de Gaza y en áreas consideradas como seguras para los civiles.

En este punto, ha aludido a la situación que viven las familias del campamento de refugiados de Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza, que desde hace un año han sufrido ya hasta tres órdenes de evacuación para que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ejecuten ataques en la zona y, a continuación, han vuelto a sus casas, algunas en ruinas.

«Hay algo fundamentalmente incorrecto en la forma en que esta guerra se está desarrollando. Ordenar la evacuación de civiles no les pone a salvo si no tienen un lugar seguro al que acudir», ha aseverado un Guterres que ha incidido en que «no existe un lugar seguro en Gaza».

A pesar de las críticas a Israel, también ha incidido en la necesidad de que Hamás libere a las cerca de cien personas que todavía siguen como rehenes en la Franja de Gaza, cuando ya se ha cumplido un año de los ataques lanzados por la milicia contra territorio israelí, en los que mató a 1.200 personas y secuestró a otras 240 más.

MÁS VÍCTIMAS EN LÍBANO QUE EN LA GUERRA DE 2006

Por otro lado, Guterres se ha referido al otro gran conflicto activo en la región, como es el ataque de Israel sobre territorio libanés –incluidos bombardeos contra la capital y una incursión terrestre en el sur– contra objetivos del partido-milicia chií Hezbolá como represalia por sus ataques, iniciados hace ya más de un año como señal en solidaridad con la causa palestina.

«Los ataques a gran escala de Israel en lo profundo de Líbano, incluido Beirut, han matado a más de 2.000 personas a lo largo del último año, y a 1.500 solo en las dos últimas semanas. Este número de víctimas ha superado ya a las de la guerra de Líbano de 2006», ha lamentado el secretario general de la ONU, que denuncia la muerte de casi medio centenar de personas por ataques de Hezbolá al sur de la ‘Línea Azul’.

«Las autoridades libanesas han informado de que más de un millón de personas han sido desplazadas en Líbano, y que 300.000 han huido a Siria», ha enunciado Guterres, que también ha recordado que otras «más de 60.000 personas» siguen evacuadas de sus casas en el norte de Israel por los misiles lanzados por Hezbolá a través de la frontera libanesa.

En este contexto, el secretario general de la ONU ha alertado de que el mundo está «en la frontera de una guerra total en Líbano» que podría tener «consecuencias devastadoras», si bien ha incidido en que aún hay tiempo de detener la escalada bélica en Oriente Próximo, momento en el que ha ensalzado la labor de los miembros de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL).