Asistir al concierto de Juan Diego Flórez junto a la Orquesta Juvenil de Sinfonía por el Perú en el Victoria Hall de Ginebra – Suiza, fue una experiencia que va más allá de las palabras. Este evento no solo me brindó la oportunidad de ver a un tenor de talla mundial, sino también de presenciar el talento y la excelencia de jóvenes músicos peruanos, quienes, a través de la música, están mostrando al mundo un Perú más allá de sus riquezas gastronómicas.

Flórez, el tenor reconocido internacionalmente, es un orgullo nacional. Su talento lírico es innegable, pero lo que hizo que este concierto fuera aún más especial fue su acompañamiento con la Orquesta Juvenil de Sinfonía por el Perú, una organización que él mismo preside y que viene transformando las vidas de miles de jóvenes en situación de vulnerabilidad a través de la música. Lo que presencié no fue solo un concierto; fue una manifestación del poder transformador del arte.

La velada comenzó con una impecable ejecución de piezas clásicas, tanto universales como peruanas. La batuta estuvo en manos de la talentosa maestra colombiana Ana María Patiño, quien dirigió a la orquesta con una gran destreza. La interpretación de los jóvenes músicos no desentonó en lo absoluto junto a la figura de Juan Diego; al contrario, lograron sobresalir y complementar la actuación del tenor con una calidad que sobrepasó mis expectativas, y estoy casi seguro de las personas —muchas peruanas y latinas— que acompañaron esta noche.

Sinfonía por el Perú se presentó en Europa
Sinfonía por el Perú se presentó en Europa

Es imposible no sentir orgullo al ver cómo estos jóvenes, quienes forman parte de una fundación que va más allá de enseñar música, logran desempeñarse con un profesionalismo extraordinario. Para ellos, tocar en un escenario tan prestigioso como el Victoria Hall, fue, sin duda, una experiencia inolvidable. Y para quienes tuvimos el privilegio de estar en la audiencia, también lo fue. Cada nota musical, cada interpretación resonaba no solo con técnica, sino con pasión y compromiso.

El repertorio, por supuesto, incluyó piezas líricas que destacaron la voz de Juan Diego Flórez, pero también hubo momentos que conectaron profundamente con nuestras raíces peruanas. El público, en medio de ovaciones, pudo disfrutar de música andina interpretada con maestría por la orquesta. Ver cómo estas dos dimensiones de la cultura peruana —la lírica y la música tradicional— se fusionaban en el escenario fue algo memorable. Debo confesar que en lo personal, escuchar la ‘Flor de la Canela’ fue el momento más sublime de la noche.

Al salir del teatro, una sensación de orgullo me invadió. Perú no solo es conocido por su gastronomía, sino que también tiene una riqueza cultural impresionante que merece ser mostrada al mundo. Este concierto me dejó con la convicción de que, al igual que con nuestra comida, podemos conquistar escenarios internacionales con nuestras expresiones artísticas. Las giras como esta no solo demuestran el talento de los artistas peruanos, sino también la capacidad de la música para ser una herramienta de cambio social.

Sinfonía por el Perú se presentó en Europa
Sinfonía por el Perú se presentó en Europa

En definitiva, fue una noche para el recuerdo. Una noche en la que no solo celebramos la excelencia musical, sino también el inmenso potencial que tiene nuestro país. Me fui a dormir complacido, sabiendo que la música peruana ha tocado los corazones de muchos en Europa, y convencido de que esto es solo el comienzo de lo que podemos lograr.