Joe Biden descartó apoyar un eventual ataque israelí sobre instalaciones nucleares iraníes, en señal de respuesta por la ofensiva de este martes, en la que Teherán lanzó casi 200 misiles balísticos contra el territorio judío.
El mandatario fue tajante al asegurar ante la prensa que “la respuesta (a esta idea) es no” y, en su lugar, aseguró que “discutiremos con los israelíes qué es lo que van a hacer”, destacando que, si bien Estados Unidos y el resto de los países del G7 coinciden en que “están en su derecho de responder, deben hacerlo de manera proporcionada”.
Las palabras de Biden se dieron poco después de que el ex primer ministro Naftali Bennett pidiera un ataque decisivo en Irán, que permitiera destruir sus instalaciones nucleares, las cuales representan cada vez una mayor amenaza para Occidente. “Debemos actuar ahora para destruir el programa nuclear de Irán, sus instalaciones energéticas centrales y paralizar fatalmente este régimen terrorista”, escribió en sus redes sociales.
Bennett insistió en que este es el momento perfecto para realizar una maniobra del estilo, no solo por tratarse de una represalia por la ofensiva de la víspera sino, también, porque “tenemos justificación, tenemos las herramientas” y “ahora que Hezbollah y Hamas están paralizados, Irán queda al descubierto”.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, adelantó que sus tropas responderán al ataque, aunque no especificó cómo, cuándo ni dónde será dicha ofensiva. Ya se han localizado “objetivos importantes” enemigos en la región, sostuvo, y aseguró que las Fuezras de Defensa ya están listas para llevar a cabo las acciones cuando sea el momento. “Sabemos cómo atacar con precisión y potencia. Aquellos que aún no han entendido nuestra capacidad de respuesta, pronto lo entenderán”, prometió.
No obstante, una respuesta israelí sobre bases nucleares iraníes representaría una nueva escalada en la región, y una de las más peligrosas por involucrar un enfrentamiento directo entre el régimen persa y Tel Aviv. Inclusive, el presidente Masoud Pezeshkian ya advirtió que su país “no busca la guerra” con Benjamin Netanyahu pero accionará en caso de ser atacado por sus tropas.
(Iran’s Presidency/)
“Si (Israel) quiere reaccionar, tendremos una respuesta más contundente, es a lo que se ha comprometido la República Islámica. No buscamos la guerra, es Israel el que nos obliga a reaccionar”, declaró.
Estos cruces se dan en medio de la nueva estrategia implementada por las FDI, que trasladaron su foco al Líbano, desde donde opera Hezbollah. Este miércoles, la División 98°, en cooperación con la Fuerza Aérea, realizó nuevos “enfrentamientos a corta distancia” en el sur del país vecino y continuó con su invasión terrestre en la zona, eliminando a combatientes chiítas y desmantelando infraestructura clave de la formación.
“Hasta ahora, más de 150 infraestructuras” han sido destruidas y siguen las operaciones contra “objetivos” estratégicos, precisaron desde el Ejército, aunque también lamentaron la muerte de ocho soldados en las últimas 24 horas, producto una emboscada de Hezbollah. Los fallecidos son los capitanes Harel Etinger e Itai Ariel Giat, ambos de 23 años; los sargentos de primera clase Noam Barzilay, de 22 años, y Or Mantzur y Nazar Itkin, de 21; los sargentos Ido Broyer y Almken Terefe, también de 21; y el soldado Eitan Itzhak Oster.
(Con información de AFP)