En una reciente conferencia en Ciudad de México, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, criticó duramente al alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, por la medida de racionamiento de agua anunciada para la capital colombiana.
Petro, que se encontraba en México para asistir a la posesión de la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum, afirmó que el racionamiento no resolverá el problema de escasez de agua en Bogotá, calificando la medida como “imposible”.
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Durante su intervención en una universidad mexicana, Petro explicó que la crisis de agua en Bogotá es un problema estructural.
egún el mandatario, la ciudad, que históricamente ha sido una laguna rodeada de páramos, ha dejado de recibir los “ríos voladores” provenientes de la selva amazónica, lo que ha afectado gravemente el ciclo del agua en la región. Petro señaló que los bogotanos no reconocen la magnitud del problema y que el racionamiento no es una solución viable.
“Solo por hablar de un ejemplo presente, al lado de la quema de la selva amazónica, que anuncia el final. La ciudad de Bogotá, por ejemplo, de la que vengo, en este momento no tiene agua, y es una ciudad en una sabana verde que envidiaría incluso cualquier lugar lleno de agua. (Bogotá) había sido una laguna de antaño, rodeada de páramos a donde llegaban los ríos voladores de la selva amazónica”, dijo Petro.
El presidente detalló que la ciudad de Bogotá, ubicada en una sabana verde, enfrenta una situación crítica de abastecimiento de agua. Explicó que la deforestación de la selva amazónica ha interrumpido el flujo de vapor de agua que las plantas de los páramos convertían en líquido, afectando así el suministro de agua para los nueve millones de habitantes de la capital.
“Los bogotanos no sabían de la selva amazónica. Y al dejar de llegar los ríos voladores al páramo, el circuito que hacía que las pequeñas plantas del páramo tomaran el vapor de agua de las nubes en la altitud y lo volvieran líquido, eso era el agua para nueve millones de habitantes y dejó de fluir. Aún hoy la ciudadanía bogotana no reconoce el problema y su alcalde cree que racionando el agua puede solucionar el problema y resulta que es imposible porque el daño es estructural”, puntualizó.
El presidente colombiano también hizo un llamado a la ciudadanía para que reconozca la gravedad de la situación y busque soluciones más sostenibles y estructurales. Petro enfatizó que la problemática del agua en Bogotá no se resolverá con medidas temporales como el racionamiento, sino con acciones que aborden las causas profundas del problema, como la protección de los ecosistemas y la reforestación de la selva amazónica.
Otras diferencias entre Petro y Galán
La pulla sobre el racionamiento no es la primera que hace el presidente contra el alcalde de Bogotá, y es que parece que la relación entre ambos no pasa por su mejor momento. De hecho, el 27 de septiembre tuvieron, a través de X, una discusión por las obras públicas de la ciudad.
El presidente Gustavo Petro, y el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, tuvieron un intercambio de declaraciones en torno a la construcción del Metro de Bogotá. La controversia se desató cuando Galán advirtió que el Gobierno nacional estaba interviniendo en las obras públicas de la capital, lo que provocó una respuesta inmediata del mandatario.
Petro, a través de su cuenta en X, afirmó que si el Gobierno nacional aporta el 70% de los recursos para el metro, tiene derecho a opinar sobre el proyecto. Además, mencionó que los expertos internacionales contratados por la nación concluyeron que los tiempos de viaje no se reducirán con el metro elevado, lo que, según él, podría resultar en una inversión desperdiciada por “sectarismo”.
Galán respondió rápidamente, defendiendo el avance de la Línea 1 del Metro, que según él, ya ha alcanzado un 39% de ejecución y reducirá los tiempos de desplazamiento de millones de personas. El alcalde también dijo que los recursos aportados por la nación no son un regalo, sino un derecho establecido por ley, y recordó que Bogotá cumplió con todos los requisitos legales para acceder a esta financiación, formalizada en un convenio de cofinanciación firmado en 2017.
Petro replicó que Galán no había entendido el estudio de los expertos internacionales. Según el presidente, no solo no se reducirán los tiempos de viaje entre Suba y el Centro de Bogotá debido a la distancia vertical entre las estaciones de la primera y segunda línea, sino que el conjunto de la ciudad tampoco verá una disminución en sus tiempos de viaje, lo cual debería ser el objetivo de proyectos de esta magnitud y costo.