El joven acusado de matar a un profesor jubilado en su piso de la calle Areal de Vigo, David M.C., ha reconocido este martes ser el autor de los hechos, aunque ha eludido aclarar los motivos: «No sé por qué lo maté».

Así lo ha manifestado en su declaración ante el tribunal de jurado constituido en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en la ciudad olívica.

El Fiscal ha sido el único que ha interrogado al acusado, que ha reconocido que «son ciertos» los hechos recogidos en el escrito de acusación pública: que mató a Benito T.S. en la noche del 28 al 29 de diciembre de 2021 golpeándole la cabeza con una bola mármol y luego le cortó el cuello y le infligió 21 heridas con un cuchillo de cocina.

David M.C. también reconoció que se hizo pasar por la víctima para contactar por teléfono con su banco y pedir una ampliación de crédito en sus tarjetas. Con esas tarjetas, en los días posteriores, realizó gastos por más de 17.000 euros.

El procesado fue detenido el 4 de enero de 2022 tras ser sorprendido en un control de tráfico de la Guardia Civil en Silleda (Pontevedra), circulando en un coche que había comprado con el dinero del fallecido y llevando encima las tarjetas y otra documentación de Benito T.S.

Tras finalizar el interrogatorio del Fiscal, tanto las acusaciones particulares como la defensa han renunciado a hacer preguntas. Sin embargo, el tribunal de jurado sí tenía un par de preguntas: por qué lo mató y cuál era la relación entre acusado y víctima.

A la primera de las cuestiones, David M.C. se ha limitado a aseverar «No lo sé» y a la segunda ha declarado: «No voy a responder a esa pregunta».

Fiscalía considera al acusado autor de un homicidio y de un delito continuado de estafa, y pide por ello que sea condenado a 11 años y medio de prisión, una solicitud con la que se ha conformado la defensa.

Las acusaciones particulares califican los hechos como asesinato con ensañamiento o, alternativamente, como homicidio, y le atribuyen también un delito continuado de estafa, por lo que elevan la petición de pena a 18 años de cárcel. Con todo, y dado que, hasta ahora, han renunciado a interrogar a los testigos, es previsible que modifiquen su calificación de los hechos al final del juicio para pedir una condena por homicidio.