BBVA Research ha pronosticado que el Producto Interior Bruto (PIB) de Colombia crecerá un 2% en 2024, lo que supone una revisión al alza de dos décimas respecto a las últimas previsiones del servicio de estudios de la entidad española, divulgadas el pasado junio.
Asimismo, se ha mantenido la estimación de crecimiento del 2,8% para 2025 y se han incluido los pronósticos para el año 2026, cuando se espera que la economía colombiana se expanda un 3,5%, impulsada principalmente por la demanda interna.
El consumo privado, especialmente en bienes, y la recuperación de la inversión en infraestructura y maquinaria serán los principales motores de crecimiento, con la inversión en vivienda retomando impulso a partir de mediados de 2025.
Las menores tasas de interés e inflación contribuirán a la recuperación económica, mejorando la capacidad adquisitiva de los hogares y las empresas. De igual forma, la recuperación progresiva del mercado laboral desde el próximo año, con deterioro esperado hasta finales de 2024, impulsará el gasto de los hogares.
INFLACIÓN AL 5,4% EN 2024
La inflación en Colombia cerrará en 5,4% en 2024 y descenderá a 3,8% en 2025, acercándose a la meta del Banco de la República, impulsada por menores aumentos en los precios de alimentos y bienes no alimentarios.
Esta moderación se verá impulsada principalmente por la caída en los precios de los alimentos, que han tenido incrementos muy moderados en 2024 y continuarán con esta tendencia en 2025, lo que aliviará las presiones inflacionarias en la canasta básica.
Para 2026, se espera que la inflación se sitúe en 3,4%. Este descenso estará respaldado por una menor presión inflacionaria en los sectores regulados, particularmente por la esperada normalización en los precios del diésel, tras las alzas previstas para 2024 y 2025.
La tasa de desempleo aumentará a 10,2% en 2024, para luego reducirse a 10,0% en 2025 y a 9,7% en 2026, impulsada por la recuperación del empleo formal, especialmente en el sector privado, lo que fortalecerá el consumo de los hogares.
DEVALUACIÓN DEL PESO COLOMBIANO
Finalmente, se espera que el peso colombiano experimente una devaluación moderada hacia finales de 2024, situándose en torno a 4.220 pesos por dólar. Este comportamiento estará impulsado por la reducción esperada del diferencial de tasas entre el Banco de la República y la Reserva Federal, así como por el deterioro de los desbalances macroeconómicos, tanto en el frente externo como fiscal.
La incertidumbre política en torno a las reformas estructurales y las discusiones fiscales en Colombia también ejercerá presión sobre el tipo de cambio.
Para 2025, la devaluación del peso continuará, proyectándose que cierre el año en 4.265 pesos por dólar, impulsada por factores como la persistencia de un déficit en cuenta corriente más amplio y la caída de los precios de las materias primas, en particular el petróleo.
Sin embargo, para 2026 se espera una leve apreciación del peso, que se proyecta cerrará en 4.195 pesos por dólar, favorecida por una mejora en los flujos de inversión extranjera directa (IED) y las remesas, así como por una reducción en el déficit fiscal.