Esta vez sin el apoyo de sus familiares o su novia desde las gradas, Pablo Urdangarin ha viajado este domingo a Pamplona con su equipo de balonmano, el Fraikin BM Granollers, para enfrentarse al Helvetia Anaitasuna en un partido que terminó con la victoria del conjunto en el que milita el sobrino de Felipe VI.

A pesar de que tanto su familia como su novia Johanna Sanz intentar acudir a todos sus encuentros y se han convertido en sus mayores fans, en esta ocasión llamó la atención que Iñaki Urdangarín no arropase a su hijo en el estado navarro teniendo en cuenta que Vitoria, donde reside, está tan solo a una hora de distancia de Pamplona.

Una sonada ausencia que se ha sumado a la de la infanta Cristina, que no ha podido estar al lado del joven en esta ocasión al encontrarse en Grecia con motivo del enlace de su prima Teodora de Grecia con Matthew Kumar. Una celebración familiar muy especial en la que Pablo no pudo estar al lado de su familia por sus compromisos deportivos, pero a la que sí asistieron sus hermanos Juan, Miguel e Irene, su abuela la Reina Sofía, y su tía la infanta Elena.

Ajeno a la polémica que se ha desatado en torno a la figura de su abuelo tras la publicación de las imágenes del Rey Juan Carlos en actitud cariñosa con Bárbara Rey, Pablo fue determinante una vez más para la victoria del Granollers, consolidándose como uno de los jugadores clave del equipo catalán y confirmando que es una de las promesas del balonmano español en la actualidad.