La Policía Nacional, la Alcaldía de Cúcuta y hasta el Ministerio de Defensa están en el ojo del huracán, después de que se conociera la historia de Sandra Mora Morales, una coronel retirada de la Policía Nacional de Colombia que podría llevar al Estado colombiano ante instancias internacionales por presunta discriminación debido a su orientación sexual.
Así quedó confirmado por la uniformada, quien sirvió durante 30 años y se retiró hace tres meses, al parecer, por una persecución sistemática dentro de la institución, especialmente en los altos mandos, contra personas de la comunidad Lgbtiq+.
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La coronel (r) no solo acusa a los altos mandos de la Policía, también al ministro de Defensa, Iván Velásquez, y a figuras políticas del departamento de Norte de Santander, incluyendo al alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo. En diálogo con El Espectador, la coronel en retiro aseguró que la persecución se intensificó desde su llegada al Fondo Rotatorio de la Policía (Forpo) en septiembre de 2022, un mes después de que Gustavo Petro asumiera la presidencia.
Según comentó al medio nacional, sus problemas iniciaron dos años atrás, luego de que el ministro Iván Velásquez para encomendarle dos misiones específicas como nueva cabeza del Forpo. Por un lado, debía combatir la corrupción que se estaba viviendo en la institución, incluida la investigación abierta en mayo de 2022 sobre irregularidades en la compra de telas para uniformes, un contrato valorado en 65.000 millones de pesos. Además, debía asegurarse del bienestar de todos los policías de la institución.
Sin embargo, aunque su mandato debía durar dos años, Mora fue retirada del cargo después de poco más de uno. Según ella, su salida se debió a decisiones tomadas por ella y que no sentaron muy bien a las altas esferas de la institución, como sancionar a empresarios y contratistas por incumplir acuerdos y negarse a renovar más de 230 contratos de personal recomendados por generales y coroneles. “Haberle dicho a un señor ministro y a una viceministra que había corrupción y que el Forpo estaba quebrado no gustó”, señaló la coronel en retiro a El Espectador.
Mora sostuvo que su condición de mujer lesbiana y sus denuncias de corrupción le cerraron el camino hacia el rango de general. Tras su salida del Forpo en octubre de 2023, el ministro de Defensa le ofreció un ascenso a general, pero le advirtió que su relación tensa con los altos mandos dificultaba su promoción, por lo que le ofrecieron un puesto como agregada policial en Nueva York, pero el plan fue cancelado y fue enviada a Cúcuta como comandante de la Policía Metropolitana.
En Cúcuta, las tensiones surgieron casi de inmediato con el alcalde Jorge Acevedo y el general José James Roa. Mora afirma que funcionarios de la alcaldía y políticos cuestionaban cómo una mujer lesbiana había llegado a una posición de poder tan visible y discutían la urgencia de apartarla de su cargo. Durante su mandato, Mora logró la captura de la sicaria conocida como “Laika”, vinculada a más de 200 homicidios en el departamento.
“No haberle gustado al Alcalde de Cúcuta también tuvo unas incidencias políticas. A veces importa más una relación adecuada entre el comandante con el político de turno que esté, que los resultados policiales y de seguridad”, señaló la coronel (r) en diálogo con el diario nacional.
Pero a finales de enero, el general William René Salamanca, director de la Policía, recibió una carta anónima titulada “La doble moral de la coronel Sandra Mora en la Policía de Cúcuta”, que la acusaba de 12 actos de corrupción y comportamientos que desprestigiaban a la entidad. La carta fue el punto de partida para su relevo del cargo, según Mora, sin pruebas concretas que sustentaran las acusaciones.
A lo largo de su carrera policial, Mora ha enfrentado más de 40 investigaciones en diversas instancias, incluyendo la Procuraduría, la Justicia Penal Militar y la Fiscalía. Argumenta que su firmeza se ha confundido con abuso y que exigir disciplina se ha vuelto problemático.
En agosto pasado, el Ministerio Público asumió dos de sus expedientes de la Inspección General y Responsabilidad Profesional (Inger), a petición de Mora, que no siente seguridad jurídica dentro de la Policía.
Entretanto, la ONG Temblores ha acogido su caso y evalúa opciones jurídicas para garantizar sus derechos fundamentales. La organización observó una sistematicidad en las vulneraciones a su libre desarrollo como mujer y lesbiana, manifestadas a través de prácticas de discriminación, acoso judicial y disciplinario, y un ambiente laboral hostil y violento, según confirmó El Espectador.
Mora, quien fue retirada de la institución entre 2000 y 2011 por su orientación sexual y luego reintegrada tras ganar una demanda, no busca reintegrarse a la Policía. De hecho, en abril de este año interpuso una tutela contra la Presidencia y la institución por no otorgarle su retiro. Su objetivo ahora es demostrar la persecución hacia los miembros de la población Lgbtiq+ desde la oficialidad.
“Yo voy a llevar el caso hasta las máximas instancias internacionalmente y nacionalmente para demostrar que la Policía de Colombia no es respetuosa de los Derechos Humanos”, comentó Mora.
Además, la coronel en retiro ha denunciado amenazas y seguimientos ante la Fiscalía y teme por su seguridad y la de su familia, por lo que está en proceso de llevar su caso hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh).