El chofer de la presidenta Dina Boluarte, Félix Enrique Montalvo Guevara, está en el centro de una investigación que lo vincula a uno de los casos más oscuros de la policía peruana en los últimos años. Documentos judiciales revelan que Montalvo, está involucrado en uno de los casos más polémicos de la Policía Nacional del Perú, su participación en el llamado “escuadrón de la muerte” ha sido objeto de múltiples investigaciones. El dominical Panorama obtuvo acceso a los expedientes que describen con detalle la relación del conductor presidencial con un operativo que terminó en la muerte de varias personas.
Según los documentos revelados, Félix Montalvo, es vinculado con una serie de operaciones extrajudiciales llevadas a cabo por un grupo de policías. Estas acciones, aparentemente justificadas bajo la premisa de la lucha contra el crimen organizado, ocultaban supuestas ejecuciones sumarias y montajes para encubrir el asesinato de personas que no representaban una amenaza real. En uno de estos operativos, ocurrido el 29 de junio de 2015, cinco personas fueron abatidas tras un supuesto intento de asalto a una estación de gasolina en Chosica.
El reporte inicial describía el incidente como un gran triunfo policial, en el que se había frustrado un robo violento. Sin embargo, la investigación fiscal sacó a la luz que el hecho fue orquestado por un grupo de policías, entre ellos, Montalvo, quienes habrían ajusticiado a los sospechosos, muchos de los cuales no tenían relación alguna con los crímenes de los que se les acusaba. Entre las víctimas se encontraba Luis Alberto Laos García, un vendedor de cometas que, según testigos y evidencias, recibió disparos a quemarropa por Montalvo, quien en ese entonces pertenecía a la unidad especial SUAT.
El montaje policial
Las imágenes de las cámaras de seguridad, junto con otros elementos de prueba recopilados por la Fiscalía, mostraban una versión completamente distinta a la oficial. En las grabaciones se observaba cómo un policía, colocaba un arma cerca de uno de los cuerpos abatidos, lo que sugería un montaje para hacer parecer que los fallecidos estaban armados y listos para enfrentarse a los agentes. En otro de los vídeos se puede ver a uno de los heridos levantar la cabeza, pero al día siguiente, su cuerpo fue encontrado con una escopeta al lado, ya sin vida.
El comerciante Laos García, quien estaba en su vehículo durante el tiroteo, fue alcanzado por varias balas. Según los documentos fiscales, las heridas que sufrió provenían del arma de Montalvo. Tras recibir los disparos, Laos fue bajado del vehículo por los agentes, y al ver que aún seguía con vida, volvieron a subirlo al auto y dispararon nuevamente, esta vez a quemarropa.
“De manera instintiva, el agraviado se abraza al timón, y al advertir su victimario que aún se encontraba con vida, nuevamente procede a bajarlo del vehículo”, relata el informe fiscal, donde también se detalla cómo Laos intentó explicarles que era un simple vendedor de cometas, lo que no evitó que continuaran los disparos.
La evidencia balística
El informe del Estudio Microscópico Comparativo (EMC) arrojó una prueba clave. De los veinte casquillos recuperados en la escena del crimen, varios coincidían con el arma que utilizó el actual chofer de Dina Boluarte en la operación. El análisis determinó que los proyectiles habían sido percutidos por una pistola Pietro Beretta, asignada a Montalvo el día de los hechos.
El expediente revela que el policía se encontraba en libertad bajo restricciones, pero su participación en los hechos lo colocaba en una situación comprometida. La Fiscalía lo imputa no solo por el delito de asociación ilícita, sino también por homicidio, un cargo que podría derivar en una condena de hasta 25 años de prisión.
Los vínculos con otros altos mandos
Este caso no solo afecta a Félix Montalvo, sino que involucra a otros personajes del ámbito policial y político. Entre ellos, el comandante Raúl Prado Ravines, sindicado como uno de los cabecillas del “escuadrón de la muerte”, quien hoy se encuentra prófugo de la justicia. Él fue uno de los superiores de Montalvo en la SUAT y, según la investigación, coordinó varias de las operaciones que terminaron en ejecuciones extrajudiciales.
Curiosamente, uno de los abogados que defendió a estos agentes en su momento fue Juan José Santiváñez, actual ministro del Interior.