Emilio Aragón vuelve al trabajo tras la boda de su hijo Nacho con la influencer Bea Jimeno, y lo hace en Barcelona, al frente del musical ‘Godspell’ junto a Víctor Ullate tras su estreno en el Teatro Soho Caixabank de Antonio Banderas de Málaga en 2022.

Un clásico de los años 70 basado en el Evangelio de San Mateo y sus parábolas, transportado a la actualidad y del que el polifactético actor, escritor, músico o director nos ha hablado en una entrevista en la que además ha revelado cuál es su mejor versión, la de abuelo de los cuatro hijos de su hija Ichi Aragón: «Es maravillosa la abuelidad».

– CHANCE: Emilio, has comentado que un poco los astros se han alineado para poder trabajar conjuntamente con Antonio Banderas. ¿Cómo ha sido ese trabajo con Antonio?

– EMILIO: Primero, sobre todo, la puesta a punto de alguna manera de todo fue lo primero que hicimos fue la colaboración con Sebastián Brosa, fue el decorado y después ya nosotros nos pusimos a trabajar la compañía en el resto, en ponerlo de pie. Estuvimos ensayando en un plato de televisión a las afueras de Madrid y estuvimos, ¿cuánto tiempo estuvimos? Un mes y medio estuvimos y luego ya fuimos a Málaga y el resto es historia. Trabajar con Antonio es fantástico, muy fácil.

– CH: ¿podríamos decir entonces que Godspell es un sueño hecho realidad? Porque comentabas también que fue el primer musical que viste al llegar a España.

– EMILIO: Sí, además hay una cosa muy curiosa y es que, en el año 76, como mi hermana había hecho la función con Mara Goyanes, con Nicolás Dueñas, había una fundación para ayudar al síndrome de Down e hicimos unas funciones en las que yo hice de Jesús porque yo tenía 16 años, 15 o 16 años y la dirigió mi hermana y el que tocaba la guitarra era Antonio Vega, que éramos uña y carne. Ñete, el de Nacha Pop, también estaba tocando la batería, en fin, fueron unas funciones que hicimos simplemente para recaudar dinero para esta fundación. Y ya digo, yo creo que quien más que menos de mi generación que haya visto Godspell, lo ha representado en algún grupo amateur porque es una obra que te permite, por ser este cajón desastre que decía antes, adaptarla a tu gusto en ese sentido. Estoy nervioso porque al final hay mucha responsabilidad. Hacer una comedia musical en un teatro como el Poliorama, en Barcelona, es mucha responsabilidad, pero bendita responsabilidad.

– CH: ¿Lo de volver a cantar no te lo planteas Emilio?

– EMILIO: Yo tengo un alter ego que se llama ‘Bebo San Juan’, que hago cosas de música cubana, pero el que sí que sabe de covers y tal es Víctor. Hombre, si hay alguien que sepa de comedia musical en este país es Víctor Ullate.

– CH: Además de este proyecto debutas en la literatura infantil. Cuéntanos

– EMILIO: Sí. No te puedes imaginar que estoy con un niño con zapatos nuevos. La ilusión que me hace y me hace una particular ilusión porque esto es un encargo, entre comillas, de mis nietos porque yo por las noches iba, y voy, vamos… Digo iba porque estoy aquí, pero vamos, voy a contarles cuentos y tal mientras cenan, y Aruquina, la segunda, me dijo, ‘ey Bebo’, me llaman Bebo, ¿por qué no nos escribes un libro? Y tiró la semilla y no hizo falta más. Y a mí todo el universo infantil, yo conecto con Enid Blyton, conecto con Roald Dahl, conecto con tantos autores de literatura infantil, que para mí es un sueño hecho realidad. De hecho, no ha salido todavía el primero y me han pedido ya el segundo. Estoy ya remangado escribiendo el segundo.

– CH: Es una colección, habrá continuidad.

– EMILIO: Si Dios quiere.

– CH: Y habrá próximos musicales que produzcáis

– EMILIO: Pues por ahora no, por ahora ya estamos centrados en Godspell y yo sobre todo en esto y en un proyecto cinematográfico que hay encima de la mesa, pero que todavía estamos… Es como guionista y como productor, y como director, y como director, sí.

– CH: Volviendo al cuento. Si no me equivoco, los protagonistas son tres. ¿Está inspirado en tus hijos o en tus nietos?

– EMILIO: Son mis tres nietos, aunque tengo cuatro, porque la pequeñina. Tiene un año, pero los protagonistas son tres. Al final es tan bonito los que son… ¿Sois abuelos? ¿Abuelas? Cuando sois abuelos es que es una cosa impresionante esto de repente de tener esto… Tengo a mi hija aquí, tengo esto aquí, que también es mío, y yo estoy viviendo una abuelidad maravillosa. O sea, ahora mismo no quiero estar aquí, quiero estar tirado en el suelo con los niños, jugando o hablando o de cualquier cosa. Es maravillosa la abuelidad.

– CH: Vuelve a salir el niño que lleva a uno dentro, ¿no?

– EMILIO: Sin duda alguna y sobre todo que, como ya hemos aprendido como padres todo lo que nos han dejado, porque uno nunca deja de aprender ni como padre, ni como abuelo, ni como nada, ¿no? Pues intento de alguna manera, cuando me los dejan, aplicar lo que puedo de mis pequeños conocimientos como abuelo.