Steven Adler, exbaterista de Guns N’ Roses, ha revelado detalles sobre su adicción a la heroína y su salida de la banda en la nueva docuserie de Paramount+, Nöthin’ But a Good Time: The Uncensored Story of ‘80s Hair Metal. Adler, de 59 años, formó parte del grupo durante la era del álbum Appetite for Destruction, pero su tiempo con la banda se vio truncado por su adicción a las drogas.
En una entrevista reciente para la docuserie, Adler explicó cómo comenzó su adicción a la heroína, mencionando que no era el único miembro de la banda que consumía drogas. “¿Con quién crees que las estaba consumiendo? Cuando empecé con la heroína, quería ser parte de lo que Slash e Izzy Stradlin estaban haciendo”, recordó Adler en el tercer episodio. “Tomé dos dosis y nunca me había sentido tan enfermo en mi vida. Y, como un idiota, tuve que intentarlo una vez más. Y la tercera fue la vencida. Me enamoré de ella”.
La adicción de Adler empeoró hasta el punto de ser expulsado de la banda. En una entrevista de archivo con MTV de principios de los años 90, el vocalista Axl Rose aclaró que Adler no dejó la banda por voluntad propia, sino que fue despedido. “Le dimos todos los ultimátums. Hicimos que Steven firmara un contrato diciendo que si volvía a las drogas, estaría fuera. No pudo dejar sus drogas”, dijo Rose.
Al respecto de su despido, Steven confesó sentirse demasiado dolido, sobre todo porque siempre disfrutó de trabajar en este equipo llamado Guns N’ Roses.
“Por eso era tan importante para mí formar una banda, en la que trabajamos juntos y creamos algo. Y cuando mi equipo me echó, no supe qué hacer. Sé que podría haber mejorado o seguir haciendo lo que estaba haciendo. Seguí haciendo lo que estaba haciendo. Estaba así de dolido”, confesó el músico.
Guns N’ Roses reemplazó a Adler con Matt Sorum de The Cult. Tras su salida, Adler enfrentó numerosos problemas de salud, incluyendo un derrame cerebral en 1996, y tuvo varios encuentros con la ley, como un cargo por violencia doméstica en 1997.
Las adicciones de Steven Adler llegaron a tal punto que su hermano menor, Jamie, tuvo que literalmente secuestrarlo para llevarlo a una clínica de rehabilitación. Durante un mes, Adler estuvo internado en tres lugares distintos de los que siempre trataba de escapar. La medida fue tomada debido a que, además de que Steven se negaba a dejar las drogas, también necesitaba consumir un medicamento para limpiar su sangre, sino, corría el riesgo de morir.
Aunque lograron salvar la vida de Adler durante su internamiento, su adicción fue tan grave que en cuanto salió de la clínica volvió a consumir heroína, mientras que la relación con su hermano se fracturó para siempre.
A pesar de estos desafíos, Adler continuó su carrera musical, uniéndose a varias otras bandas mientras luchaba contra su adicción.
Desde su inducción al Salón de la Fama del Rock and Roll en 2012 como miembro de la formación clásica de Guns N’ Roses, Adler ha tenido varios periodos de sobriedad desde 2008 y ha actuado con la banda en varias ocasiones. A pesar de los problemas que enfrentó, Adler se muestra agradecido por su contribución al legado de Guns N’ Roses y su tiempo en la banda. “Siempre me encantó ser parte de un equipo”, comentó. “Y Guns N’ Roses, los cinco, éramos un gran equipo”.