El primer ministro de Líbano, Nayib Mikati, ha hecho un llamamiento al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que adopte una «posición firme» en contra de la «agresión israelí» y su «guerra tecnológica», en alusión a la explosión de dispositivos de comunicación de los últimos días y que deja ya al menos 37 muertos y cerca de 3.000 heridos.

Mikati se ha reunido este jueves con el embajador británico en Líbano, Hamish Cowell, en el palacio de Gobierno –el Grand Serail de Beirut–, ante quien ha aprovechado para instar a la comunidad internacional a posicionarse en contra de los últimos acontecimientos en el país, atribuidos a Israel aunque las autoridades de este país aún no se han pronunciado.

«La primera responsabilidad en este contexto recae en la comunidad internacional, y debe disuadir a Israel de su agresión, porque este asunto no sólo concierne a Líbano, sino a toda la humanidad», ha aseverado un Mikati que pide al Consejo de Seguridad que tome una postura «disuasoria que detenga la guerra de genocidio emprendida por Israel», según recoge ‘L’Orient-Le Jour’.

Líbano ha sido escenario en los últimos días de una serie de explosiones de dispositivos de comunicación –el martes ‘buscas’ y el miércoles ‘walkie-talkies’– presumiblemente vinculados al partido-milicia chií libanés Hezbolá y que dejan decenas de muertos y miles de heridos. Beirut y la milicia atribubyen lo ocurrido a Israel y han han asegurado que habrá respuesta.

Parte de la comunidad internacional ha mostrado su apoyo a Líbano y sus principales socios –como Irán, los rebeldes hutíes y las milicias palestinas– no han dudado en señalar a Israel. Estos hechos se producen en un momento en que el Ejército israelí ha anunciado el inicio de una «nueva etapa» en su guerra en la frontera norte con Líbano.

Las hostilidades en la región estallaron después de que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) lanzara a el 7 de octubre una serie de ataques contra Israel que dejaron casi 1.200 muertos y más de 240 rehenes. El Ejército israelí inició entonces una cruenta campaña militar en respuesta que se salda por el momento con casi 41.300 mueros.