La portavoz adjunta del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, ha reclamado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la misma valentía que su ministra de Defensa, Margarita Robles, para calificar en público de «dictadura» al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Así lo ha expresado este viernes al ser preguntada por Europa Press a su llegada a la jornada ‘Construir la España de mañana: retos de la Juventud Española’ organizada por la asociación Voces Libres en el Congreso.
Según ha expresado posteriormente durante su intervención en el acto, desde su punto de vista, lo que está en juego en el país venezolano es «la civilización frente a la barbarie» y por tanto interpela a «todos en la manera de percibir la democracia».
LO MORAL ES LO EFICAZ
Al hilo de esta cuestión, la diputada ‘popular’ ha asegurado que la ministra de Defensa ha dicho «en público» lo que todos los demás miembros del Gobierno dicen «en privado». «Ha dicho la verdad y ha dicho lo que es moral y lo que es eficaz, lo que debería decir tanto el Gobierno como Pedro Sánchez, que probablemente lo dice en privado, pero no en público», ha insistido.
Álvarez de Toledo también ha aprovechado su intervención para referirse a las tensiones diplomáticas entre España y Gobierno de Nicolás Maduro a raíz de la decisión de Venezuela de convocar al embajador español en Caracas y llamar a consultas a su representante diplomática en Madrid.
MADURO HA ROTO CON VENEZUELA
A su juicio, quien ha roto relaciones con Venezuela «hace mucho tiempo» es el presidente Maduro, a quien ha calificado como un «hombre políticamente acabado» que debería «reconciliarse con su derrota». «Tenemos que trabajar todos para que eso suceda», ha reclamado.
En este contexto, ha hecho referencia a las políticas de apaciguamiento en los procesos de diálogo que algunos como el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero llevan «20 años» montando en Venezuela. «Apaciguamientos, paños calientes, eufemismos. ¿Para qué han servido? Para nada», se ha lamentado.
DEBERÍA ACABAR EN EL TPI
Por ello, ha reiterado que lo que toca es «seguir presionando, exigiendo y empujando» para «acorralar» al régimen de Maduro «hasta que el coste de quedarse sea mucho mayor que el coste de marcharse».
Y es que, según ha dicho, hay dos opciones que se les ponga un «puente de plata» con «incentivos» a ciertas personas, o mandarles «directamente al banquillo del Tribunal Penal Internacional» que, a su juicio, «lo que lo que merecerían» Maduro y sus acólitos.