Custo Dalmau para algunos, Custo Barcelona -como el nombre de su marca- para otros. El diseñador español hizo una pausa tras su arribo a Barcelona luego de presentar su nueva colección en Nueva York, para hablar con Infobae sobre la actualidad y los desafíos de una industria siempre en movimiento.
“La moda hoy es bastante distinta que cuando empezamos en 1981; el mundo cambió bastante, pero la moda puntualmente pasó de ser un negocio creativo a un modelo de distribución”, comenzó a analizar el creador.
Custo Barcelona es una marca de moda española reconocida internacionalmente por sus diseños innovadores. En sus inicios, las camisetas fueron el emblema de la firma, aunque en la actualidad cuenta con una colección mucho más diversa. No obstante, siempre mantiene su estilo inconfundible, caracterizado por la combinación de colores vibrantes, estampados llamativos y gráficos únicos, un enfoque que desafió las normas tradicionales y se consolidó como un favorito entre las celebridades.
Para su creador, “lo que está de moda en la actualidad es lo que está mejor distribuido, no lo que sea más creativo o esté mejor desarrollado” y ese es el principal cambio que contempló en sus 44 años de carrera.
Su mirada de la sustentabilidad versus la fugacidad en la moda
Mucho se habla en la actualidad del impacto de la producción industrial en el medioambiente y cómo cada actor del mercado puede colaborar para reducir la huella de carbono. En ese sentido, este medio quiso saber cuál considera Barcelona que es su principal aporte a esa causa.
“La industria textil contamina como la mayoría de las industrias -reconoció-. Desde nuestra marca, además de trabajar con industrias homologadas con los certificados ISO 9001 y 9002, que de alguna manera aseguran que hacen lo posible para alinearse con la mínima contaminación, también tenemos la filosofía de que no hay que consumir tanta ropa sino mejor”.
Según el diseñador, su apuesta es crear “piezas que pueden tener una vida más larga y que a pesar de llevar el sello de piezas de moda, puedan tener una cierta atemporalidad”.
Y tras asegurar que esto no lo inventó su firma, sino que existe hace mucho tiempo y es lo que se conoce como “vintage”, Barcelona destacó que este tipo de comercios “son los que tienen más clientes en este momento”.
“Hay vintage de precio bajo, medio y alto. Las de precio bajo son las que hoy se llaman de segunda mano, mientras que las prendas consideradas vintage tienen historia, estética, calidad y concepto y pasan de generación en generación”, sostuvo el empresario, quien se asombró en su reciente visita a los EEUU cómo proliferaron este tipo de negocios.
“Siempre existieron, pero ahora hay más que antes y los hay de categoría premium -señaló-. Con lo cual muchos consumidores están entendiendo el mensaje de ‘para qué voy a comprar una cosa que la acaban de fabricar cuando existe otra que tiene muchos años, que ya está fabricada y me siento tan bien o mejor que con las otras con ella’”.
Así es que en su mirada, su marca “está alineada con la sustentabilidad tratando de crear piezas de mucha calidad -esto siempre ha sido así- que puedan tener una cierta atemporalidad y una vida larga”.
—¿Cómo evolucionó su proceso creativo desde sus comienzos hasta ahora para adaptarse a esta industria en permanente cambio?
— Custo Barcelona: Nuestra creatividad se mantiene intacta. Tratamos de aprender mucho, de volvernos más creativos porque la creatividad siempre fue el motor de nuestro proyecto. Con toda honestidad, hoy creería que no nos sentimos diseñadores de moda; sabemos que estamos metidos en la industria de la moda, pero no sé si somos diseñadores tal como se los concibe en la actualidad. Porque los diseñadores de moda siguen las tendencias, y nosotros no seguimos las tendencias; somos creativos de piezas de ropa con las que te puedes vestir.
A partir de esto, también sabemos que las mujeres y hombres tienen el armario suficiente para cubrir sus necesidades de vestir y entonces pensamos el vestuario desde la emoción, creando piezas emocionales porque sabemos que las piezas funcionales -las que les sirven para cubrir sus necesidades-, las tienen cubiertas.
—¿Cuál es la clave para mantenerse siempre vigente?
— Custo Barcelona: El trabajo y el entusiasmo. Hace falta trabajar mucho y mantener el entusiasmo, ya que de ese modo el trabajo cunde más. Esta es nuestra filosofía y de momento nos funciona.
También he tenido unos cuantos obstáculos a lo largo de mi carrera y la expansión de la marca, pero prefiero valorar los aciertos.
Mantenerse vigente en la moda es difícil. La moda tiene sello de caducidad; es una industria de cambio salvaje y permanente. Desde Custo Barcelona tratamos de crear un sello con genética propia que haga posible reconocer el producto sin ver la etiqueta. Y esa es nuestra identidad de marca.
“En Argentina estoy tan cómodo que me siento como en casa”
Custo Barcelona supo inaugurar una tienda de su marca en Buenos Aires, en 2017, pero la inestabilidad económica del país lo hizo desistir. Sin embargo, al otro lado del teléfono y a un océano de distancia, se deshizo en elogios para el país, del que dijo que cuando visita se siente “como en casa”.
“Lo malo de ir a Argentina es que nunca me quiero volver”, bromeó el diseñador, que también se tomó unos minutos para dar su mirada de la moda local: “Las mujeres argentinas apuestan mucho por la moda, son de las más guapas, se cuidan y apuestan por su feminidad; en nuestros locales en todo el mundo tenemos muchas clientas argentinas”.
Lo que sucede con la industria, según él, es que “la moda va de la mano de la economía y esa es la causa por la que en el país no hay tantos proyectos, pero no porque el argentino no se interese y le guste la moda”.
Luego de presentar su colección de verano en la Ciudad de Nueva York, Custo Barcelona hará lo propio este sábado 14 en Madrid, para luego decir presente en la Semana de la Moda de Milán. “La colección está dividida en bloques, que comparten la misma genética, pero en cada ciudad la propuesta es diferente”, remató.