Fueron 14 días de angustia y de rastrillajes sin resultados hasta que en las últimas horas se conoció la triste y tremenda noticia: Vanesa Alejandra Lachmañuk, de 28 años, y Ayelén Alejandra Benítez Medina (14), las jóvenes que eran buscadas desde el 28 de agosto pasado en la localidad de Gregorio de Laferrere, fueron halladas asesinadas a balazos en el Río Matanza, muy cerca de donde habían encontrado tiradas las zapatillas de una de ellas, confirmaron fuentes del caso a Infobae.
Los cuerpos fueron descubiertos este miércoles en el marco de una serie de rastrillajes, uno más de los tantos que se hicieron para dar con el paradero de ambas. Incluso, según contaron fuentes de la investigación, el lugar donde aparecieron los cuerpos había sido peinado con anterioridad.
“Es que bajó el caudal del río y por eso aparecieron. La data de muerte es del día de la desaparición”, informaron.
Los detalles truculentos de las autopsias que llegaron al despacho del fiscal de Homicidios de La Matanza, Carlos Arribas, indicaron que Vanesa fue asesinada de un tiro en la zona frontal de la cabeza, con salida por el sector occipital, mientras que Ayelén recibió tres disparos que le atravesaron el cráneo.
La trama del caso, que se investiga como un doble homicidio agravado por ser cometido en un contexto de violencia de género y por el uso de armas, está atravesada por la problemática narco que azota esa zona de La Matanza conocida como la Triple Frontera.
Incluso, durante uno de los rastrillajes para dar Ayelén y Vanesa, el pasado 3 de septiembre un grupo de la DDI local fue atacado a tiros en la calle Risso Patrón, a la vera del río, mientras entraban por un campo. No hubo heridos entre los policías de la Bonaerense ese día, pero sí tres detenidos, acusados de tentativa de homicidio, portación ilegal de armas y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización en una causa que investiga el fiscal Fernando Garate, de la UFI N°1 de Laferrere y quien estaba a cargo de la búsqueda de la adolescente y la joven desaparecidas.
Los detenidos fueron identificados como Lucas “El Colo” Ezequiel Romero, Alan Ariel Almada y Carlos Waldir Ávalos, los dos últimos supuestos dealers del primero. Las víctimas eran sus clientas, según se desprende de las investigaciones, pero en la causa nada los vincula con los crímenes, al menos por ahora: “Fueron allanados con perros especialistas en rastros y no había indicios de las chicas en esos lugares”, explicaron las fuentes consultadas.
Todo comenzó el pasado 28 de agosto, cuando Vanesa y Ayelén desaparecieron. La familia de la mayor hizo la denuncia por averiguación de paradero y dos días después los investigadores descubrieron que de la adolescente tampoco nada se sabía.
Ellas se conocían del barrio Don Juan, se sacaban fotos juntas e, incluso, la primera sospecha es que habían ido a ver a un transa de la zona, ya que ambas eran víctimas del consumo problemático de drogas. Así, el primero de septiembre se hizo el primer rastrillaje en esa zona aledaña al río Matanza, donde se hallaron los cuerpos en las últimas horas.
El lugar queda muy cerca de la casa de una de ellas: allí se hallaron las zapatillas de Vanesa y allí también fue el último registro del celular de ella. Los investigadores sabían que no habían salido de esa zona. Por ello, el 3 de septiembre se volvieron a hacer operativos en ese lugar y fue, en ese contexto, que balearon a los policías de la DDI de La Matanza.
Con el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU) y las fuerzas federales involucradas ya en los operativos, que incluyó el uso de drones y helicópteros, los procedimientos siguieron el viernes pasado incluso del otro lado del río, en el partido de Ezeiza, donde hay un descampado.
Los últimos rastrillajes se hicieron este miércoles y fue entonces que aparecieron los cuerpos flotando en el río.