dormir 10 de octubre 2023
Dormir siete a nueve horas, un consejo de expertos para evitar la irritabilidad. (iStock)

Tomando como eje principal los hábitos nocturnos erróneos, expertos identificaron que pasar tiempo despierto en la cama puede ser uno de los mayores errores para lograr una noche de descanso adecuada. Tal es así que recomiendan no utilizar la cama para ninguna actividad que no sea dormir o tener relaciones sexuales, según declaraciones del Dr. Kenneth Lee, citado por The Guardian.

El Dr. Lee, director médico del Centro de Trastornos del Sueño de la Universidad de Chicago, destaca que subestimar la cantidad de sueño necesaria es otro error común. Los adultos generalmente necesitan entre siete y nueve horas de sueño nocturno, aunque este requerimiento varía entre individuos. “La irritabilidad, la falta de concentración y quedarse dormido durante el día son signos claros de que alguien no está durmiendo lo suficiente.”

Otro grave error es comer demasiado o muy poco antes de acostarse, lo cual puede interrumpir el sueño debido a problemas digestivos o sensación de hambre, según el Dr. Julio Fernández-Mendoza, profesor en la Facultad de Medicina de Penn State. Para él, la clave es seguir un ritmo regular de comidas diarias con tres tiempos claramente establecidos.

(Imagen Ilustrativa Infobae)
Usar dispositivos electrónicos antes de dormir afecta calidad del sueño. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El uso de pantallas antes de dormir es otro fallo significativo. Los dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, ordenadores o televisores emiten luz azul, que puede retrasar el inicio del sueño. Además, el contenido consumido en estos dispositivos suele ser demasiado estimulante, lo que también contribuye a la dificultad para conciliar el sueño.

Otro problema es no dedicar tiempo suficiente para relajarse antes de ir a la cama. Según el Dr. Patricio Escalante, pulmonólogo y especialista en medicina del sueño del Mayo Clinic, “tener una rutina de relajación entre 30 y 60 minutos antes de acostarse es crucial para preparar al cuerpo y la mente para el momento del descanso nocturno” dijo al diario británico.

El volver a utilizar la cama para actividades no relacionadas con el sueño, como trabajar, es también un error recurrente. Esta práctica no solo interfiere con la calidad del descanso sino que también afecta la salud general de las personas.

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Comer demasiado o muy poco antes de acostarse interfiere con el descanso. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El conocimiento mal informado sobre la cantidad adecuada de sueño y prácticas diarias que afectan su calidad pueden tener serias consecuencias para la salud, como advierte la Dra. Alaina Tiani, psicóloga de salud clínica y miembro asociado del Centro de Trastornos del Sueño de la Clínica Cleveland.

La falta de sueño adecuado está asociada a problemas de concentración, memoria, estado de ánimo y diversos problemas físicos como la función inmunológica debilitada.

Incluso factores sociales pueden influir en la calidad del sueño. Según Fernández-Mendoza, vivir en ambientes con altos índices de violencia, trabajar múltiples empleos o enfrentar discriminación racial y de género, son factores que también impactan negativamente en la posibilidad de tener un buen descanso.

Dormir con calor (Pexels)
Dedicar tiempo a la relajación evita problemas de insomnio. (Pexels)

La importancia de controlar la cantidad y duración de las siestas durante el día no debe ser subestimada. Los expertos recomiendan limitar las siestas a no más de media hora para evitar desajustar el ciclo de sueño nocturno.

Adoptar mejores hábitos y evitar estos errores comunes puede mejorar notablemente la calidad del sueño y, con ello, la salud y bienestar general de las personas.