El Indec dará a conocer el próximo miércoles el dato de inflación de agosto, del que no se espera una baja sustancial respecto del índice de 4% del mes anterior. De hecho, el relevamiento de expectativas del mercado (REM) que publicó el Banco Central estimó un 3,9%, apenas una décima por debajo del registro de julio.
Sin embargo, el instituto estadístico de la Ciudad de Buenos Aires publicó el dato de inflación porteña del mes pasado y alienta las expectativas de que la baja haya sido algo mayor a una sola décima. El IPC de CABA, se informó, se ubicó en 4,2%, pero es un índice cuya ponderación de divisiones difiere de la medición nacional, ya que en el porteño el peso de los servicios, particularmente vivienda, es mucho mayor. Las cifras oficiales revelaron que los rubros que más impulsaron el índice en agosto fueron transporte, seguido de vivienda y servicios, debido en parte al ajuste de tarifas públicas.
De esa manera, si se ajustan las variaciones de precios de la medición de la Ciudad a la ponderación que tiene cada rubro en el IPC nacional, el resultado arroja 3,9%, lo mismo que pronostica el consenso de analistas.
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Pero es en este punto donde se generan las expectativas positivas: no sólo las ponderaciones son diferentes, ya que en la medición del Indec los bienes tienen más peso y la categoría alimentos es determinante, sino que los precios capturados suelen tener una dispersión mucho mayor, lo que suele inducir la estadística a la baja. Es lo que ocurrió en julio, cuando la inflación de la Ciudad fue de 5,1%, dato que ajustado sólo por ponderación arrojaba 4,8% para el registro nacional, que finalmente fue de 4%, dada la diferencia también de los precios.
Es decir que la inflación que se publique la próxima semana bien podría ubicarse hasta un punto por debajo de la porteña y por debajo de 3,5% mensual. No es, sin embargo, el dato que arrojan hasta ahora las mediciones privadas, en las que se advierte un amesetamiento de la baja de la inflación desde mayo.
“El IPC Indec simulado con precios CABA da 3,9 por ciento. La vez pasada había dado 4,8% y después dió 4% el oficial. Lo cual deja en evidencia, algo que siempre se dice por acá: además de los ponderadores, difieren los precios y la imputación de determinados aumentos. Así que cautela”, advirtió el economista Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma.
A esa mirada se agrega otro dato: el impacto de la suba de tarifas no sólo es desigual por la incidencia en cada zona sino porque a la hora de relevar las variaciones de los precios regulados, no todos los aumentos se disponen en el mismo monto, independientemente del valor y de la magnitud del ajuste. Es uno de los factores que hace, precisamente, a la dispersión de precios en todo el país.
En cualquier caso, más allá de la cifra final que arroje el dato nacional, lo cierto es que la expectativa es que, incluso con la baja del impuesto PAIS, la desaceleración de la inflación se “amesete” en torno al 3% hasta febrero del año próximo, según el último REM que publicó el Banco Central.
De acuerdo al relevamiento que hace la autoridad monetaria, se prevé una inflación del 3,5% para septiembre. y una tasa de entre el 3,4% y el 3,6% mensual por los próximos 6 meses. Para todo 2024, se espera un 122,9%, lo que implica una baja de 4,75 puntos porcentuales (p.p.) respecto de la encuesta del mes anterior, realizada entre 42 participantes, 28 consultoras y centros de investigación locales e internacionales, además de 14 bancos del sistema financiero local.