ANdrés Rugeles
Andrés Rugeles y su investigación sobre América latina

“América Latina es sueño y realidad. Ha estado siempre presente en mi vida y trayectoria profesional”, escribe Andrés Rugeles en la introducción de América latina: la visión de sus líderes, un libro de mil páginas en el que Rugeles entrevista a quienes han estado al frente de países de la región. Figuras como los chilenos Michelle Bachelet y Ricardo Lagos, el argentino Mauricio Macri, el dominicano Leonel Fernández, el colombiano Iván Duque y la costarricence Laura Chinchilla. También con Celso Amorim, excanciller y ministro de Defensa de Brasil.

Además de ellos, aparecen las ideas de analistas, de acádemicos, de diplomáticos. En total, treinta entrevistas y cincuenta y cinco artículos escritos especialmente. Porque entender hacia dónde va América latina, el porqué de su pobreza y de su violencia pero también las oportunidades que tiene por delantes es “un propósito de vida”, escribe Rugeles. “Lo que viene en los próximos años y décadas no es poca cosa. Así lo indican las megatendencias que analizo en el libro que están catapultadas por la Cuarta Revolución Industrial, por la Inteligencia Artificial, y debemos estar preparados para enfrentar estos desafíos y superarlos exitosamente”, dijo el autor esta semana, en la presentación de su libro en Buenos Aires.

El colombiano Andrés Rugeles es politólogo de la Universidad de los Andes. Hoy trabaja como Vicepresidente del Consejo Colombiano de Relaciones Internacionales (CORI) y Asesor Asuntos Estatégicos de la Iniciativa de Pobreza Multidimensional y Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford, pero antes fue Jefe de Gabinete del Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia y Jefe de Gabinete del Secretario General de la Comunidad Andina. Además, se desempeñó como Secretario de Transparencia de la Presidencia de la República y como Embajador de Colombia ante Naciones Unidas en Nueva York. También fue Secretario General, Jefe de Gabinete y Asesor General de la Presidencia, entre otros cargos.

La presentación se hizo en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y participaron del panel Pablo Quirno -el actual Secretario de Finanzas argentino-; Francisco de Santibañes -presidente del CARI-; uno de los fundadores de esta institución, Félix Peña; el expresidente del Banco Central argentino, Alfonso Prat-Gay y el exministro del Interior, Gustavo Béliz.

Después de las presentaciones, a cargo de de Santibañes, le tocó al turno a Prat-Gay. “Es evidente que América Latina viene corriendo de atrás hace muchos años”, dijo el exfuncionario. Y aunque celebró el propósito de Rugeles -responder a la pregunta por el destino de América latina- también habló de las dificultades: “Estamos en un momento bastante particular donde el diálogo no es precisamente lo que lo que más fluye en la región, con posturas bastante extremas en lo ideológico que dificultan ese ese diálogo”.

Quirno, De Santibañes, Rugeles, Prat-Gay y Beliz en la presentación de "América Latina: la visión de sus líderes" en Buenos Aires, agosto de 2024 (CARI)
Quirno, De Santibañes, Rugeles, Prat-Gay y Beliz en la presentación de «América Latina: la visión de sus líderes» en Buenos Aires, agosto de 2024 (CARI)

Prat-Gay habló de su preocupación porque la región “envejece” antes de desarrollarse. La lista de problemas es larga: de capital físico y humano, deterioro de la educación son algunos. Pero subrayó que el libro deja lugar al optimismo: “A mí en particular me gusta mucho la idea del nuevo contrato social y de los consensos fuertes y transformadores”, dijo- “Que lo pueda sostener después de haber entrevistado a tantos líderes en la región ratifica que ese es el camino”.

Después Rugeles tomó la palabra y dio algunos datos del contenido del libro. “Las proyecciones de Goldman Sachs le apuntan a que en el 2075 la India será la segunda economía del mundo después de China. Y Estados Unidos estará en el tercer lugar”, dijo. “En este contexto, América Latina debe pavimentar su propio destino”.

La época, se dijo, es “lo más parecido a un torbellino sin fin”. ¿Va a pasar? No parece. “La incertidumbre parece ser la nueva normalidad”, dijo Rugeles. “Estamos como humanidad en un profundo proceso de cambio de época. Es un punto de inflexión. Y esta convulsión del mundo no es cosa de azar. Al igual que su fragilidad, fragmentación y polarización. Estamos, como lo hemos denominado desde el Consejo Colombiano de Relaciones Internacionales, en medio de una paz fría. Y vivimos en medio de placas tectónicas que se mueven simultáneamente en diversas direcciones”

La pobreza. Un tema grave en América latina.
La pobreza. Un tema grave en América latina.

Lo que siguió, hablando del mundo, tampoco fue tranquilizador: democracias más frágiles, crisis alimentaria, proyecciones económicas “nada alentadoras”, desafíos en materia de cambio climático y agua y, armas de destrucción masiva y “el uso de nuevas tecnologías que las hacen cada vez más letales”.

¿Qué pasa con América latina en este contexto?

“América Latina”, dice Rugeles, “arribó a este cambio de época en una posición frágil y dividida en medio de diferentes trampas del desarrollo en materia social, de productividad económica, ambiental, institucional y gobernanza. Está claro que hemos perdido relevancia relativa en el mundo”.

Una oportunidad al optimismo

Con todo, Rugeles elige creer. Porque América latina, dijo, “alberga el potencial de constituirse en una región-solución”. Y eso por sus enormes riquezas. Porque tenemos lo que hace falta. “La región tiene un rol que jugar y un capital que aportar con recursos naturales. Materias primas, energía limpias y alimentos”. Y enumera: la Amazonia absorbe un cuarto del 1/4 del dióxido de carbono del planeta. Tiene “el 60 por ciento de las reservas de litio del mundo”. Y, sobre todo, “podemos alimentar hoy a 1.300.000.000 de personas y somos la región más dinámica después de la India en capital de riesgo y unicornios”.

Piletas de evaporación usadas para extraer litio en Salar del Rincón, Salta, Argentina. (REUTERS/Agustin Marcarian/File Photo)
Piletas de evaporación usadas para extraer litio en Salar del Rincón, Salta, Argentina. (REUTERS/Agustin Marcarian/File Photo) (Agustin Marcarian/)

¿Cómo arrancar?

En pocas palabras, dice Rugeles, “poseemos lo que otros países y bloques necesitan y anhelan para competir efectivamente en una economía global, verde y vital. La oportunidad que tiene América Latina no se puede desperdiciar. Ello exige liderazgos renovados y la región tiene el imperativo de construir visiones de largo plazo. Pensar en grande, actuar de forma pragmática y construir consensos sobre las reformas estructurales que se requieren para asegurar un futuro más próspero e incluyente”.

Una ayudita de los amigos

Por su parte Quirno habló de la solidaridad de la región. Y recordó que apenas asumió este gobierno se tuvo que enfrentar a un pago de mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional. Que era muy difícil de hacer. “Argentina estaba en una situación desesperante de reservas y acudimos a los países miembros de la CAF -El Banco de desarrollo de América latina- para que ver si podían darnos una mano”, contó. Y en 72 horas estuvo el sí. “En las malas se ven los amigos”, señaló.

Y, yendo al futuro, planteó: “Todas las regiones del mundo globales se financian en sus propios mercados. Las compañías americanas se financian el mercado de capitales americano, las compañías europeas se financian el mercado de capitales europeo, las compañías asiáticas se financian en el mercado asiático. Pero nosotros nos tenemos que financiar en todos esos mercados porque no tenemos mercado propio. Entonces hay que ir a la integración de nuestros mercados. A la integración de nuestro ahorro”.

Finanzas. Un punto débil de la región. (EFE/ Luis Gandarillas)
Finanzas. Un punto débil de la región. (EFE/ Luis Gandarillas)
(LUIS GANDARILLAS/)

Sueños y realidades

“Siempre hay sueños, siempre hay realidades, no siempre hay correlación entre sueños y realidades”, advirtió Félix Peña. Quien también indicó: “Nunca deberíamos abarcar la región latinoamericana como un todo, sino que deberíamos abarcar cada una de las regiones que componen la región latinoamericana”. Y algo más, tal vez más relevante que nunca: “Debemos preservar lo que hemos logrado en Sudamérica como región de paz”.

Democracias frías, sociedades calientes

“América Latina es un continente de esperanza cierta. Acá hay mucha vibración, mucho cariño, mucha pasión”, arrancó Gustavo Beliz. Pero dado el saludo al optimismo, analizó: “Me parece que América latina está viviendo una paz tibia, una democracia fría y sociedades calientes. Son tres temperaturas que convergen”, dijo. “Una paz tibia porque acá se está jugando con el tema nuclear de una manera peligrosa y quienes seguimos los temas tecnológicos no podemos dejar de advertir también que se está discutiendo a nivel global la necesidad de que la Inteligencia Artificial tenga algún tipo de regulación similar a la que ha tenido en su momento la energía atómica”.

América Latina: la visión de sus líderes, de Andrés Rugeles
«América Latina: la visión de sus líderes», de Andrés Rugeles

El olvido del ser humano

“Hay un gran descontento con la democracia”, dijo Beliz. “Y tal vez una reflexión que tiene que ver con la integración. El Papa Francisco, frente a la última cumbre climática, dijo que había que reconstruir un multilateralismo desde abajo, pensando en los temas de la integración global o regional a partir del ser humano, humanocéntrico. En este libro hay ejemplos que son increíbles, pero siguen estando en vigencia. Uno de los expertos en educación menciona que nuestros estudiantes no pueden convalidar títulos automáticamente entre un país y el otro, no pueden ejercer sus profesiones entre un país y el otro. Las empresas globales tienen dificultades para radicar un directivo en muchos de nuestros países, no pueden obtener los visados de trabajo. Las dificultades que existen en esa microintegración, que es sumamente importante y que revela a veces donde fracasan las mejores intenciones. Entonces, esa democracia fría que hoy vivimos tiene que ver con el olvido del ser humano a nivel global y tal vez una semilla para reconstruirla desde la integración sea pensar en estos microtemas, no solamente los grandes temas globales”.

Noche de análisis, de reconocer la crisis, de apostar al futuro. Como dijo Rugeles: “La región debe construir su propia vía, que le abra las puertas a una mayor prosperidad y bienestar. La llave está en nuestras manos, solo nuestras manos y en las de nadie más”