La Carballeira de San Xusto, en el ayuntamiento pontevedrés de Cerdedo-Cotobade, ha recuperado este año los baños portátiles, el puesto de rosquillas y, con ellos, su condición de escenario escogido por el PP de Alberto Núñez Feijóo para arrancar un curso político en el que parece que la palabra más pronunciada será «cambio».

Ante más de 2.000 asistentes, entre militantes, simpatizantes y diferentes cargos autonómicos y estatales del partido, su máximo dirigente ha augurado que el próximo año se le hará «muy largo» al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que ha sugerido que conjugue dos verbos: «Dimitir y convocar».

Sin embargo, ha confesado su pesimismo con que esto vaya a ocurrir, porque para ello «hay que tener un mínimo de integridad y dignidad», cualidades que se quedaron «a las puertas de La Moncloa desde el primer día que la traspasaron».

«No sabemos cuándo ocurrirá el cambio, pero sí podemos elegir el cómo», ha dicho a continuación Feijóo, si bien poco después rechazaba llegar al Gobierno a través de la «compra de voluntades» y prefería optar por «convencer a una mayoría de españoles» y con «valores», aunque ello implique que ese cambio «llegue más tarde».

Si bien apenas ha habido referencias al ‘caso Begoña Gómez’ –ha ironizado con que es «más fácil» llegar a La Moncloa «si patrocinas una cátedra»–, sí ha endurecido el tono para acusar a Sánchez de tener una «concepción bananera» de «las instituciones y la ley».

Eso sí, en un momento dado de su intervención, ha optado por una pausa: «Iba a decir otra cosa, pero hay que ser moderado».

«VIVA LA DEMOCRACIA EN VENEZUELA»

En esta ‘carballeira’ pontevedresa no han pasado desapercibidas dos banderas venezolanas –junto a una gallega y una española– que dos simpatizantes han ondeado con fuerza cuando Feijóo ha erigido a Edmundo González como «ganador de las elecciones» en el país y ha exclamado: «¡Viva la democracia en Venezuela!».

Anteriormente, el presidente de la Xunta y del PPdeG, Alfonso Rueda, había cargado contra la izquierda que apoya «regímenes dictatoriales». «Un aplauso para los venezolanos que siempre nos acompañan. Ánimo, porque la democracia va a triunfar», ha proclamado.

De ‘Génova’, acompañaban a Feijóo su secretaria general, Cuca Gamarra, y el portavoz en el Congreso, Miguel Tellado, entre otros. Del PP gallego pocas caras visibles han faltado. Junto a Rueda –quien ha vuelto a este escenario tras ganar sus primeras elecciones en febrero– y los miembros del Gobierno de la Xunta, estaban los cuatro presidentes provinciales, la secretaria general, Paula Prado, y el jefe del Parlamento gallego, Miguel Santalices.

También ha destacado la presencia del expresidente Mariano Rajoy y el veterano exministro José Manuel Romay Beccaría, a sus 90 años de edad.

Este año, como ‘barones’ autonómicos han estado los presidentes de Castilla y León y de la Comunidad Valenciana, Alfonso Fernández Mañueco y Carlos Mazón, respectivamente, para quienes el alcalde de Cerdedo-Cotobade, Jorge Cubela, y su homólogo en Galicia Rueda –según ha confesado en su intervención– habían ejercido como anfitriones el día previo: «Algo de gasto hicimos ayer en el pueblo ya».

Todos ellos, en las distintas intervenciones dentro y fuera del escenario, han cargado contra las «discriminaciones» de trato que, a su juicio, sufren algunas comunidades autónomas en perjuicio de otras, singularmente Cataluña, por parte del Gobierno. Así, se han comprometido a empujar para que ese «cambio», tan «necesario» para España, llegue de la mano del PP de Feijóo.

PAGO AL «ESTILO CUPO»

Ya este sábado, con la barra de bar de nuevo a la sobra de los ‘carballos’ centenarios, el presidente de la Diputación de Pontevedra, Luis López, ha bromeado con que el acto seguiría el «estilo cupo»: «Invito yo y pagáis vosotros».

Los principales dirigentes del partido han llegado a la Carballeira de San Xusto puntuales, minutos antes de las 12.00 del mediodía, y allí han posado para la prensa mientras amigos, conocidos y simpatizantes se les acercaba para pedir una foto.

PARÉNTESIS EN SOUTOMAIOR

En 2023, de forma puntual y después de que el PP recuperase la Diputación de Pontevedra, este evento había regresado al Castillo de Soutomaior, a escasos 33 kilómetros, como se celebraba en los tiempos de Rafael Louzán.

Atrás quedaron, en palabras de Luis López este sábado, ocho años del «gobierno más rancio y más sectario» de la Diputación, el capitaneado por la socialista Carmela Silva.

Sea como fuere, en este 2024 los populares han vuelto a Cerdedo-Cotobade y Rueda ha tirado de ironía para responder a las críticas del PSOE: «Si estamos aquí para hacer felices a todo el mundo, empecemos por ellos, que de eso se trata. Aquí (en Cerdedo-Cotobade) estamos muy felices».