La ONG estadounidense Anera ha asegurado que cuatro personas han muerto por un ataque perpetrado el jueves por las fuerzas israelíes contra un convoy que transportaba comida y combustible a un hospital del sur de la Franja de Gaza y en el que, según las autoridades de Israel, había armas ocultas en el primero de los vehículos.
El convoy había partido desde Kerem Shalom y, «poco después», cuatro ciudadanos locales asumieron el mando del primer vehículo, alegando que la ruta no era segura y que existía el riesgo de saqueo. La ONG ha explicado en un comunicado que estas cuatro personas, que habían colaborado previamente con la empresa logística Move One, no formaban parte del plan inicial.
«Las autoridades israelíes alegan que en el primer vehículo se transportaban numerosas armas», ha dicho Anera, trasladando así la versión oficial de un ataque que se hizo «sin previo aviso». El presidente de la ONG, Sean Carroll, ha indicado que todo apunta a que los colaboradores sobre el terreno buscaban completar con éxito la distribución de la ayuda, si bien «no debería hacerse a costa de vidas humanas».
Pese al ataque, en el que ningún trabajador de Anera resultó herido, el convoy siguió ruta y llegó al hospital de la Media Luna Roja de Emiratos Árabes Unidos, con el que ya se habían coordinado otros 24 envíos previos desde el mes de mayo.
La ONU también denunció esta semana un ataque contra un vehículo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), también en la zona sur de la Franja, sin daños personales. El PMA anunció tras este «inaceptable» incidente que suspendía «hasta nuevo aviso» los movimientos de su personal en el enclave palestino.