Al menos seis personas han muerto, entre ellas una menor de 14 años, por una batería de ataques lanzados este viernes por las fuerzas rusas sobre la ciudad ucraniana de Járkov, según las autoridades locales, que han denunciado que uno de los proyectiles ha impactado en las inmediaciones de un parque infantil.
El gobernador regional, Oleg Sinegubov, ha elevado en su cuenta de Telegram un balance provisional de víctimas a seis fallecidos y unos 60 heridos, fruto de un total de cinco bombardeos lanzados desde la región rusa de Bélgorod. Entre los objetivos alcanzados figura un edificio de doce plantas.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha denunciado que estos ataques iban dirigidos de manera «directa» contra la población civil y ha resaltado la labor de los servicios de emergencia a la hora de atender a las víctimas y buscar a posibles damnificados entre los escombros.
Según Zelenski, las fuerzas de Rusia han utilizado un misil teledirigido. El mandatario ha apuntado que «podrían haberlo evitado» si el Ejército ucraniano tuviese capacidad para destruir las aeronaves rusas en sus propias bases, por lo que ha reclamado «decisiones contundentes» a los socios internacionales de Kiev.
«Es una necesidad absolutamente legítima. No hay ninguna razón racional para limitar la defensa de Ucrania. Necesitamos equipos de largo alcance y la plena aplicación de los acuerdos de defensa antiaérea», ha reclamado Zelenski en redes sociales.