Maduro no deja de nombrar a su antecesor, como si él lo reencarnara. Algo tienen en común, algo que registró de primera mano García Márquez: la mala educación.
Maduro no deja de nombrar a su antecesor, como si él lo reencarnara. Algo tienen en común, algo que registró de primera mano García Márquez: la mala educación.