Los Juegos Olímpicos de París han sido escenario de numerosas polémicas, comenzando desde su ceremonia de inauguración y pasando por diferentes disciplinas deportivas. Por desgracia, el boxeo no ha sido una excepción. Recientemente, las peleadoras Imane Khelif de Argelia y Lin Yu-ting de Taiwán han sido blanco de críticas y ataques en las redes sociales y algunos medios tradicionales.

Ambas deportistas fueron descalificadas del Mundial de 2023. La Asociación Internacional de Boxeo (IBA), que desde 2019 no es reconocida por el COI, las retiró del certamen tras hacer pruebas con las que determinó que “no cumplían con los criterios de elegibilidad”, aunque la IBA no divulgó públicamente qué resultados arrojaban las pruebas.

No es transgénero

El COI -que dejó de reconocer a la asociación encabezada por el ruso Umar Kremlev por cuestionamientos de corrupción y malos manejos- ha señalado que se trató de “altos niveles de testosterona”.

Un portavoz del Comité Olímpico Internacional (COI), Mark Adams, dijo que la controversia viene de “rumores” ya conocidos. “Debe quedar esto absolutamente claro para todos, no es una cuestión transgénero. Sé que lo saben, pero creo que ha habido algunos reportes erróneos sobre esto. Y creo que es muy, muy importante decir que esto no es una cuestión transgénero”, remarcó Adams.

Conferencia de Prensa del Comité Olímpico Internacional (COI). (REUTERS/Marko Djurica)
Conferencia de Prensa del Comité Olímpico Internacional (COI). (REUTERS/Marko Djurica) (Marko Djurica/)

Sin embargo, tanto muchos medios como incluso algunos políticos han citado comentarios posteriores del presidente de la IBA, que insinuó que Khelif y Lin no tenían los cromosomas XX del género biológico femenino, sino XY del masculino.

Luego de la pelea de este jueves, la IBA emitió un comunicado diciendo que las boxeadoras “no se sometieron a un examen de testosterona, sino a una prueba independiente y reconocida, cuyos detalles son confidenciales”. “Esta prueba indicó de forma concluyente que ambas atletas no cumplían los criterios de elegibilidad necesarios y que tenían ventajas competitivas sobre otras contendientes”, añadió el organismo.

Khelif ya había participado en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde fue eliminada en la primera ronda.

El lunes, cuando empezó a resurgir la polémica sobre el tema, el COI dijo en un comunicado: “Todos los atletas que participan en el torneo de boxeo de los Juegos Olímpicos de París 2024 cumplen con las normas de elegibilidad e inscripción de la competición, así como con todas las normativas médicas aplicables”.

En Argelia, la avalancha de críticas hacia Khelif ha sido percibida como una falta de respeto. Daglar Deportes publicó que importantes figuras nacionales, entre ellas Ismaël Bennacer, han salido en defensa de la boxeadora. Mientras que en Italia, las reacciones se han intensificado tras la derrota de Carini, lo que plantea importantes preguntas sobre la equidad y los estándares en el deporte femenino.

La ministra italiana de Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades, Eugenia Roccella, mostró la semana previa al combate una “gran preocupación” por la admisión en la competición olímpica de boxeo femenino de “dos transexuales, hombres que se identifican como mujeres y que, en cambio, en las últimas competiciones habían sido excluidos”.

”Es sorprendente que no existan criterios ciertos, estrictos y uniformes internacionales, y que precisamente en los Juegos Olímpicos, un acontecimiento que simboliza la equidad deportiva, se pueda sospechar, y mucho más que sospechar, una competencia desigual e incluso potencialmente arriesgada para uno de los contendientes”, dijo la ministra del Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni, conocida por sus posturas conservadoras respecto a la familia y la sexualidad.

J. K. Rowling escribió en X (anteriormente Twitter): “¿Podría alguna imagen resumir mejor nuestro nuevo movimiento por los derechos de los hombres? La sonrisa de un hombre que sabe que está protegido por un establishment deportivo misógino que disfruta de la angustia de una mujer a la que acaba de golpear en la cabeza y cuya ambición de vida acaba de destrozar”. Lo hizo junto a una foto más que simbólica: la argelina palmea la espalda de la italiana que llora desconsoladamente.

Hace años que la escritora tiene un interés especial en participar del debate sobre las personas transgénero exponiendo su idea de que el género biológico es inmutable. Una de sus últimas cruzadas fue oponerse a una ley de lucha contra el odio en Escocia, incluido el que se produce contra la comunidad trans. El 1 de abril de este año publicó en X una enumeración de mujeres trans —algunas condenadas por crímenes sexuales— y decía: “No son mujeres en absoluto, sino hombres”.

Elon Musk, propietario de X, expresó su opinión a través de la red social. El empresario respondió a un tuit de la nadadora Riley Gaines, que siempre se ha pronunciado a favor de “salvar los deportes femeninos frente a las deportistas transgénero”. El año pasado Gaines fue atacada en la Universidad Estatal de San Francisco tras dar una conferencia.

“Los hombres no pertenecen a los deportes femeninos. Hagámoslo viral. #IStandWithAngelaCarini”, escribió la estadounidense. Un mensaje que recibió la aprobación de Musk, que contestó con una sola palabra: “Absolutamente”.

Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha criticado la victoria de la deportista argelina. La líder autonómica ha señalado que «la abolición de la mujer es injusta y perversa».

Estos comentarios han ofendido a muchos de los usuarios de redes sociales, entre ellos a la senadora trans Carla Antonelli. “Escucha bien paleta transfóbica, das vergüenza”, respondía Antonelli a Ayuso, compartiendo un video de RTVE en el que el comentarista Ernest Riveras desmentía que la boxeadora argelina sea transgénero, basándose en las declaraciones del COI.

En otro comentario, Antonelli también ha recalcado que Imane Khelif es una persona intersexual con cromosomas XY y ha denunciado “la persecución mafiosa” de la presidenta de la Comunidad de Madrid contra la comunidad trans. “Ayuso eres basura y una patética transfóbica, entérate: Imane Khelif es una boxeadora argelina intersexual con cromosomas XY, que le asignaron sexo de mujer al nacer, y que siempre se ha manifestado y vive como mujer. Un caso simular a Caster Semenya. Pero es tanta el ansia y las ganas que nos tienes a las personas trans, que a la mínima nos señalas para ponernos en el disparadero del odio.”

“En cualquier caso ha quedado claro que no nos quieren ni en el sexo asignado al nacer ni el manifestado, sentido y expresado, nos preferirían fuera de este mundo. En serio, esta persecución es mafiosa y de puros miserables”, añadía Antonelli.

El presidente de Argentina, Javier Milei, tampoco perdió la oportunidad de reaccionar ante esta polémica. Tras la victoria de Khelif frente a la italiana Angela Carini en menos de un minuto, el jefe de Estado Argentino apuntó contra quienes ignoran argumentos lógicos en favor de una agenda progresista y los definió como boluprogres”.

“A ver boluprogres. Vengan a explicar esto… Cuando se les marca las estupideces con argumentos responden poniendo todo tipo de etiquetas que buscan cancelar el argumento que los rebate. Después aparece la realidad que los expone frente a su imbecilidad… Si seguía la mataba…”, posteó el mandatario.