Este jueves, en la isla de Survivor Expedición Robinson (Telefe), los ánimos estuvieron alterados. Todo comenzó con una lluvia intensa que tiró abajo los planes de los participantes de pasarlo lo mejor posible. Si bien ya les cuesta trabajo sobrevivir en el día a día con poca comida, en esta oportunidad se sumó el frío y una tormenta inesperada que duró varias horas.
“Creo que fue de las peores mañanas de mi vida, casi no habíamos comido el día anterior, pasé la noche con arena y agua porque el refugio no está bien armado”, dijo Francisco, en relación a las inclemencias del tiempo, a la mañana siguiente. “No pude dormir, así que mi mente de vuelta cayó en pensamientos negativos. Frío, mojado, no tenía ni un gramo de ropa seca”, recordó, a la vez que mostraba su jogging completamente empapado.
En relación al mismo tema, Mauro también expresó cómo se sentía. “Yo supongo que eran las dos o tres de la mañana y se largó una tormenta que no la vi en mi vida”, contó el joven. “Con una intensidad que te daba miedo. Nos levantamos a la mañana y continuaba lloviendo. La lluvia a todos nos tiró para abajo”, aseguró.
Marley abrió un debate para los televidentes: “¿El agua habrá logrado apagar las rivalidades del campamento norte?”. Acto seguido, se pudo ver a Fiorela, quien amaneció completamente mojada y explicó que casi no había podido dormir, al igual que sus compañeros. Agustín, en tanto, se reía por no llorar, según dijo. “Quince días seguidos empapados sin poder cocinar, se hace muy cuesta arriba”. Fiorela, quien estaba enfrente suyo, se quebró y se puso a llorar. Mientras tanto, Agustín cortaba la única fruta que tenía para comer y convidaba a sus compañeras. Así fue como Fio expresó lo que le pasaba en ese instante. “Te juro que pienso en la vida de las gallinas, encerradas, ahí en su jaula, todo sucio por su caca, y su alimento, y su agua podrida, entonces me propuse limpiarles el lugar”, detalló, anticipando lo que sucedería en el campamento.
Cuando Fiorela se puso a limpiar la jaula de las gallinas, se le escapó uno de los animales. En ese momento, la joven les avisó a sus compañeros, y todos corrieron a buscarla. Pero Julieta explicó lo que había ocurrido sin mucha comprensión hacia su compañera. “Vino Colli y perdimos la gallina, listo”, sostuvo, visiblemente disgustada. Juan Pablo agregó detalles sobre el mal comportamiento de Fio. “Las gallinas no se limpian. La verdad es que nos dan huevos y la dejo escapar”. Si bien nadie la culpaba abiertamente a la personal trainer, el ambiente se percibía enrarecido.
Al otro día, ambos equipos tuvieron la visita del capitán Ever, un verdadero experto en superviviencia, según describió Marley. Durante su presencia, les enseñó cuestiones para sobrevivir en la selva. “Les puedo enseñar un poquito sobre los frutos que pueden comer y cómo arreglar las estructuras de la vivienda. Tenemos la solución aquí mismo. Con estas hojitas vamos a solucionar el techo”, aseguró mientras mostraba cómo cortar partes de la vegetación para que las usen para guarecerse. “Con el machete van a raspar el bambú, ahora está húmedo, pero cuando esté seco les va a prender rapidito”, dijo, mostrando la técnica y dándoles esperanzas a los participantes.
A la vez, les indicó cómo utilizar algunas hierbas como alimento. “Esto tiene mucha proteína, tampoco es bueno comerlo demasiado porque van a sentir el estómago un poco empachado”, aclaró. El hombre también les enseñó a abrir un coco grande. “Con este coco pueden hacer arroz, traten de utilizar las hojas más completas, y esta parte sirve para cubrirse del agua”, les mostró para darles utilidad a cada elemento de la naturaleza.