El orégano es una planta aromática ampliamente utilizada en la cocina mediterránea por su sabor distintivo y su capacidad para realzar el gusto de los alimentos. Sin embargo, más allá de su uso culinario, las últimas investigaciones al respecto comienzan a mostrar ciertas propiedades medicinales y beneficios para la salud.
La Fundación Española de Nutrición (FEN) recoge que esta especia es rica en nutrientes esenciales y compuestos bioactivos que pueden contribuir significativamente al bienestar general. Destaca por su alto contenido en proteínas (fundamentales para la reparación y construcción de tejidos corporales) y minerales como el hierro (esencial para la formación de hemoglobina y el transporte de oxígeno en el cuerpo), calcio (crucial para la salud ósea), potasio (ayuda a mantener el equilibrio de líquidos), magnesio (involucrado en la regulación del azúcar en la sangre), zinc (apoya el sistema inmunológico y la cicatrización de heridas) y fósforo (importante para la formación de huesos y dientes).
Además, la FEN también recoge que el orégano es rico en vitaminas como la niacina (vitamina B3), que ayuda en el metabolismo de los alimentos y la conversión de nutrientes en energía; vitamina A, fundamental para la visión, el sistema inmunológico y la reproducción; compuestos bioactivos como timol y carvacrol, dos aceites esenciales presentes en el orégano que poseen potentes propiedades antimicrobianas, antioxidantes y antiinflamatorias.
Beneficios para la salud del orégano
El consumo regular de orégano puede ofrecer múltiples beneficios para la salud, gracias a su rica composición nutricional y estas propiedades medicinales mencionadas. Por ejemplo, las propiedades antiinflamatorias del timol y el carvacrol ayudan a reducir la inflamación y el dolor asociado con dolores de cabeza y problemas articulares.
El orégano también tiene propiedades carminativas que ayudan a aliviar el malestar estomacal y las molestias en la garganta, aliviando síntomas de indigestión y faringitis y reduciendo la hinchazón y los gases. Esto se sebe a que estimula la producción de jugos digestivos y enzimas.
Los antioxidantes presentes en esta especia, como el timol y el carvacrol, ayudan a reducir el estrés oxidativo y la inflamación, protegiendo el corazón y disminuyendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, masticar sus hojas o usar su aceite esencial puede ayudar a calmar el dolor de muelas debido a sus propiedades analgésicas y antimicrobianas.
La FEN también explica que, gracias a sus propiedades expectorantes y antimicrobianas, ayuda a despejar las vías respiratorias y a combatir las infecciones que causan la tos y el resfriado. También puede ser útil para facilitar la respiración en personas con asma.
Cómo incorporar el orégano en la dieta
Para aprovechar al máximo los beneficios del orégano, se puede incorporar de diversas maneras en la dieta diaria. Su uso más común es como condimento, añadiéndolo seco o fresco a ensaladas, sopas, guisos, pizzas y pastas. También se puede preparar té de orégano, que puede ayudar a aliviar problemas digestivos y respiratorios; utilizar su aceite para aplicaciones tópicas en el alivio de dolores musculares y articulares, o incluso para enjuagues bucales en caso de dolor de muelas.