Madrid, 1 jul (EFECOM).- La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, cree que España tiene que posicionarse como una «nación líder» en la inversión en programas de defensa de la Unión Europea, así como en las iniciativas de adquisición conjunta dentro de esta industria, porque «abrirá oportunidades» a las empresas españolas.
«Es lo que dará continuidad y fortaleza a nuestra base industrial y tecnológica», ha señalado Valcarce en un encuentro organizado este lunes por EY, donde ha asegurado que se garantizará que la inversión en defensa es un «revulsivo» para la economía nacional, con capacidad de procurar un retorno económico a las arcas públicas que genere empleo y procure la sostenibilidad del Estado del Bienestar.
En su discurso, la secretaria de Estado de Defensa ha hablado del «complejo» escenario actual, marcado por la multipolaridad que parece definir a la comunidad internacional y, sobre todo, por la invasión rusa de Ucrania, el conflicto en Gaza y la situación en el Sahel, que es «tan complicada y crítica para España».
Desde su perspectiva, hay que ver la estrategia industrial como una «parte esencial» de la política de defensa y seguridad de la Unión Europea al estar asociada a los programas de inversión con los que se quiere dotar de capacidades esenciales a las Fuerzas Armadas de los distintos países y garantizar la capacidad de suministro y la disponibilidad de estos recursos en la región.
Pero esta hoja de ruta «tiene una visión más allá del gasto militar», ya que «busca el fortalecimiento de la base industrial y tecnológica de la defensa europea», motivo por el que «la apuesta tiene que ser poner el énfasis en la innovación y la competitividad».
«Queremos impulsar una industria potente, altamente competitiva, sostenible y a la vanguardia tecnológica para que no sólo garantice la autonomía estratégica, sino que pueda competir, ser competitiva y posicionarse como un líder exportador», ha añadido.
La apuesta del Gobierno es «decidida», ha dicho Valcarce, que ha recordado que el presupuesto del Ministerio de Defensa se incrementó más de un 26 % en 2023, y ha insistido en que España cumplirá en 2029 con el compromiso adquirido con la OTAN de dedicar un 2 % del PIB nacional a gasto militar.
«Queremos autonomía estratégica y eso quiere decir invertir en España y en empresas españolas», ha recalcado la secretaria de Estado de Defensa, que se ha dirigido a ellas pues «saben que tienen un marco seguro y confiable, y tienen que estar a la altura para responder a este ciclo inversor tan importante que el Gobierno está llevando a cabo» para reindustrializar el país.
Tras Valcarce han intervenido, precisamente, varios representantes de la industria, como Borja Ochoa, del área de Defensa y Seguridad de Indra, que ha reflexionado sobre un entorno caracterizado por las tensiones geopolíticas y por la rápida velocidad, nunca vista antes en la historia, de los cambios tecnológicos.
En su opinión, Europa parte con cierta «desventaja» respecto a otras potencias mundiales, y es que el Viejo Continente vivió un «punto de inflexión» en la inversión en partidas específicas de defensa a partir de la finalización de la Guerra Fría.
Así, en las sucesivas crisis económicas que ha atravesado la región desde entonces, éstas han sido las partidas «más afectadas», a diferencia de lo que ha sucedido en EE.UU. o China.
Por su parte, el presidente de Escribano M&E, Ángel Escribano, ha celebrado que Europa se decante ahora por la autonomía estratégica, porque «hay que apostar por tener las necesidades dentro de casa».
Como ejemplo, Escribano se ha remitido a su propia compañía, que optó por crecer en todos los departamentos, de software a electrónica, cuando la mayoría de las empresas, por el contrario, subcontrataban gran parte de sus productos.
Esta decisión hace que el «posible éxito» de la firma, que cuenta con una participación del 8 % en Indra, sea ahora poder entregar sus fabricaciones en un «tiempo récord». EFECOM
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