Más de seis meses pasaron desde que cometió el crimen. Se relajó, volvió a realizar algunas de sus actividades cotidianas, pero era observado. En las últimas horas, detuvieron a Uriel Marcelo “Loquillo” Gálvez, de 19 años, quien se mantenía prófugo desde el jueves 14 de diciembre, cuando, junto a otros tres delincuentes, emboscó y mató a Federico Ariel Franzón (24) en González Catán, luego de haberlo citado a través de una plataforma digital para la falsa compra de una moto.
Sus cómplices ya habían sido detenidos, pero Gálvez seguía moviéndose con impunidad. Por ejemplo, en redes sociales, lo que terminó condenándolo. Tras una intensa búsqueda, los investigadores lograron dar con una cuenta de Instagram que utilizaba el acusado. En el seguimiento realizado a la misma, descubrieron que solía concurrir a un gimnasio junto a una mujer con la que había iniciado una relación sentimental.
El gimnasio estaba ubicado también en González Catán, no muy lejos del lugar en el que se cometió el crimen. Según le informaron fuentes policiales a Infobae, una vez ubicado el local, personal de la DDI La Matanza se infiltró contratando el servicio mensual con el objetivo de encontrarlo, asistiendo al lugar en distintos horarios. En los últimos días, mientras uno de los efectivos se encontraba ejercitándose, apareció Guzmán.
Ante el alerta, personal policial que se encontraba en los alrededores del complejo ingresó al gimnasio, tal como se ve en el video, y procedió a su detención.
El jueves 14 de diciembre, Federico Ariel Franzón fue asesinado en González Catán luego de una emboscada realizada por cuatro delincuentes encapuchados que le dispararon por la espalda. Fue una nueva víctima fatal de un una falsa venta a través de una plataforma digital.
El joven estaba parado con su auto a una cuadra de Haití y Gallego, la intersección en la que había acordado encontrarse con el falso vendedor de una moto KTM 200 Duke, según le informaron fuentes de la investigación a Infobae. Un amigo y su novia lo habían acompañado desde Béccar, San Isidro, hasta esa localidad del partido de La Matanza para realizar la transacción.
En un momento, vieron pasar a otro auto que les resultó sospechoso que se detuvo en el lugar pactado, por lo que Federico decidió arrancar, pero le cruzaron el vehículo y bajaron cuatro encapuchados con armas largas apuntándoles y exigiendo el dinero.
A pesar del nerviosismo extremo, Federico logró realizar una maniobra para emprender la huida, pero uno de los disparos de los delincuentes ingresó por una ventanilla trasera le dio en la espalda. El joven pudo manejar unas cuadras, pero se desvaneció, por lo que su amigo tomó el volante y condujo hasta la ruta 3, donde comenzó a hacer señas de manera desesperada pidiendo ayuda.
Un patrullero los acompañó hasta el hospital Simplemente Evita, del kilómetro 32, pero, según le indicaron a Infobae, Federico llegó sin vida.
La causa quedó a cargo del fiscal Carlos Arribas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza.