Luque (Paraguay), 26 jun (EFE).- Un grupo de manifestantes llamó la atención este miércoles de la Organización de Estados Americanos (OEA), que arranca hoy su 54 Asamblea General en Paraguay, sobre los problemas que enfrentan los sectores sociales, campesinos e indígenas en el país anfitrión.

Venidos desde Asunción y desde otras localidades, los manifestantes, con banderas, carteles y megáfono en mano, se ubicaron en los alrededores del Centro de Convenciones de la Conmebol, en la ciudad paraguaya de Luque, donde se instalarán este jueves las deliberaciones del organismo interamericano.

«OEA, las mujeres te estamos observando», declaró a EFE Bernarda Pesoa, lideresa del pueblo indígena Toba Qom, asentado en el departamento de Presidente Hayes, en el Chaco paraguayo (oeste).

Pesoa pidió el apoyo de la OEA «para que los pueblos indígenas no sean más explotados sexualmente y explotados laboralmente», además de que no se les despojen de sus territorios.

«Que no haya más indígenas sin tierra en Paraguay y en el mundo», reclamó esta dirigente, que denunció que en el Chaco no tienen agua potable y sufren «la sequía y las inundaciones», que «el Gobierno nunca ha solucionado en la historia».

También participaron de la movilización representantes de sectores sociales, como Jessica Arias, una activista del Bañado Sur, un barrio asunceno ubicado a las orillas del río Paraguay, quien salió en defensa de la igualdad de género.

«Nosotras, las feministas de los sectores populares, urbanos, campesinos, indígenas, las feministas del feminismo comunitario, entendemos que la igualdad de género es una herramienta y es la esencia que puede garantizar que nosotras podamos acceder a nuestros derechos y a vivir dignamente», afirmó la joven.

Arias se pronunció en contra de la «naturalización de la violencia, ya sea estatal o cotidiana o comunitaria», que las mujeres están viviendo.

«Hemos llegado hasta aquí con un grupo de compañeras, compañeros a demostrar que en Paraguay nosotros no nos vamos a callar, que en Paraguay los feministas, los sectores populares, campesinos, indígenas, estamos luchando por acceder a nuestros derechos», agregó.

En los días previos al 54 periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General, sectores religiosos y padres de familia paraguayos han expresado su inquietud por el debate o eventuales resoluciones sobre la vida y la familia.

En ese sentido se pronunció la Conferencia Episcopal Paraguaya, que consideró en un comunicado difundido en la víspera que «ciertas resoluciones propuestas para ser aprobadas por algunos países sobre la vida y la familia, no condicen» con la Carta Magna paraguaya, por lo que advirtieron que pueden afectar la soberanía del país.

Los obispos instaron, en ese contexto, a las autoridades paraguayas representantes ante la OEA «a realizar las objeciones que, por derecho», tienen como país miembro.