Aureliano Blanquet, Ciudad de México, 1913, Aureliano Blanquet y Victoriano Huerta
El general victoriano Huerta encabezó uno de los episodios más oscuros de la historia de México debido al Golpe de Estado contra el presidente Madero. Foto: Mediateca/INAH

Latinoamérica se solidarizó este miércoles 26 de junio con el gobierno de Luis Arce de Bolivia ante el Golpe de Estado a cargo de las Fuerzas Armadas, entre ellos el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien condenó el intento militar de tomar la sede presidencial en la ciudad de La Paz.

“Manifestamos la más enérgica condena al intento de golpe de Estado en Bolivia. Nuestro total apoyo y respaldo al presidente Luis Alberto Arce Catacora, auténtica autoridad democrática de ese pueblo y país hermano”, expresó López Obrador a través de sus cuentas oficiales.

Este nuevo episodio en la historia de nuestro continente no es ajeno a México, pues en sus 200 años de historia, también ha sufrido golpes de estado, sobre todo durante los siglos XIX y XX.

Entre los más destacados se encuentran el de 1828, a cargo de Antonio López de Santa Anna, quien por la fuerza derrocó al presidente electo, Manuel Gómez Pedraza. Pero este no fue el único episodio, pues en 1839 Anastasio Bustamante también fue destituido por un levantamiento encabezado por Antonio López de Santa Anna y otros militares.

Victoriano Huerta
Victoriano Huerta asumió el poder en México a través de las Fuerzas Armadas. Foto: AFP

Pero sin duda, uno de los Golpes de Estado que marcaron la historia mexicana se presentó en 1913, cuando el general Victoriano Huerta derrocó al presidente Francisco I. Madero en la llamada “Decena Trágica”, la cual terminó con la muerte de este último.

La Decena Trágica hace referencia a los diez días de continuos de combates, entre el 9 y 18 de febrero de 1913, en la Ciudad de México. En este choque armado participaron los Generales Retirados Manuel Mondragón, Bernardo Reyes, Félix Díaz, además de una fracción del Ejército Federal en contra del Gobierno de Francisco I. Madero.

Victoriano Huerta se instaló, a través de las armas, en el poder desde el 19 de febrero de 1913 hasta el 15 de julio de 1914, cuando renunció debido a la creciente presión militar y política tanto interna como externa.

En el escenario nacional, Huerta enfrentaba una fuerte oposición de las fuerzas revolucionarias encabezadas por los caudillos Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Pancho Villa y Emiliano Zapata.

Adicionalmente, Estados Unidos también ejerció presión al ocupar el puerto de Veracruz en abril de 1914. La combinación de estas circunstancias debilitó su gobierno, haciéndolo insostenible y forzándolo a renunciar luego de 17 meses en el poder.

Francisco I. Madero, Porfirio Díaz
Madero y su esposa fueron necesarios para terminar con el porfiriato.
Crédito: Wikimedia Commons/INAH

Tras la renuncia de Victoriano Huerta el 15 de julio de 1914, el poder fue asumido de manera interina por Francisco S. Carvajal, quien en ese entonces era el ministro de Relaciones Exteriores.

Carvajal ocupó la presidencia por un breve periodo hasta el 13 de agosto de 1914, cuando entregó el poder a las fuerzas constitucionalistas lideradas por Venustiano Carranza.

La Constitución de 1917 estableció un marco legal para la organización del Ejército y afirmó el control civil sobre las fuerzas armadas, lo que fue clave para su institucionalización.

México respalda al gobierno democrático de Bolivia

López Obrador utilizó sus redes sociales para manifestar su apoyo al presidente boliviano Luis Arce, calificándolo como una “auténtica autoridad democrática”. En su mensaje en la red X, el mandatario mexicano subrayó su respaldo absoluto al gobierno de Arce.

El incidente en Bolivia ocurrió cuando el vicepresidente David Choquehuanca denunció que las fuerzas armadas, lideradas por el comandante general del Ejército boliviano, Juan José Zuñiga, protagonizaron un intento de golpe de Estado. Zuñiga había amenazado con tomar la sede del Ejecutivo y cambiar el gabinete gubernamental.

Aproximadamente a las 15:51 hora local, un tanque dirigido por Zuñiga derribó las puertas del edificio gubernamental en La Paz. El comandante junto a un grupo de militares ingresaron al recinto, permaneciendo en el interior durante siete minutos, tras lo cual salieron sin brindar declaraciones y se retiraron nuevamente en el tanque.

Este movimiento de las Fuerzas Armadas bolivianas se produce en medio de rumores sobre la posible destitución de Zuñiga, quien anteriormente había protagonizado una polémica entrevista televisiva en la que amenazó con capturar al expresidente Evo Morales si este volvía a postularse como candidato presidencial.