El objetivo de la ONU es reforzar la acción y la cooperación para lograr el objetivo de un mundo libre del uso indebido de estas sustancias
El objetivo de la ONU es reforzar la acción y la cooperación para lograr el objetivo de un mundo libre del uso indebido de estas sustancias

Este miércoles 26 de junio, se conmemora el Día Internacional contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas. Tres instituciones integrantes de la Iglesia Católica Argentina trabajan para realizar actividades en esta jornada. Se trata de Cáritas Argentina, Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Familia Grande del Hogar de Cristo.

Esta fecha fue determinada por la ONU en 1987. El objetivo de este organismo es reforzar la acción y la cooperación para lograr el objetivo de un mundo libre del uso indebido de estas sustancias.

Entre las actividades, habrá una misa central a las 11 horas en la Iglesia San Cayetano, ubicada en ruta 3 y calle Pekín, en la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere. Además se realizarán encuentros en múltiples templos de Argentina con el mismo lema: decirle no a las drogas.

En tanto, desde la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), describen a este día como crucial en la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas. “Esta fecha, establecida por las Naciones Unidas, nos recuerda la necesidad urgente de abordar este flagelo que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a los jóvenes”, sostienen en un comunicado de prensa.

“La experiencia de las iglesias evangélicas en la prevención y tratamiento de las adicciones es vasta y profunda. A lo largo de los años, hemos sido testigos del poder transformador del amor de Dios y del apoyo comunitario en la vida de aquellos atrapados en el ciclo destructivo de las drogas. Nuestras congregaciones han establecido programas de rehabilitación y centros de ayuda que no solo buscan la recuperación física y emocional, sino también la restauración espiritual”, continúa el texto.

La adicción remodela circuitos neuronales para asignar valor supremo a la cocaína o a la heroína a expensas de otros intereses como la salud, el trabajo, la familia o la vida misma
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“En nuestras comunidades, trabajamos incansablemente para ofrecer esperanza y un camino hacia la libertad. A través de iniciativas como grupos de apoyo, talleres de prevención y campañas de concienciación, buscamos educar a las familias y jóvenes sobre los peligros del uso de drogas y las alternativas saludables disponibles. La prevención es un pilar fundamental de nuestra misión, y creemos firmemente que una vida plena y libre de adicciones es posible con el acompañamiento adecuado”, sostiene el comunicado.

“Como iglesia, estamos comprometidos a colaborar con las autoridades y organizaciones para combatir esta amenaza. La fe en acción implica no solo orar por un cambio, sino también actuar de manera concreta para proteger y sanar a nuestra sociedad”, finaliza el texto.

Este año, ACIERA dio un paso más en su compromiso hacia una “cultura preventiva” con la presentación del programa de primera escucha 33.3, Inspirado en el pasaje bíblico de Jeremías 33:3. Este programa se enfoca en capacitar a voluntarios de comunidades de fe para ofrecer espacios de escucha activa y orientación a personas y familias afectadas por el consumo problemático de sustancias.

ACIERA hizo un llamado a todas las iglesias evangélicas y a la sociedad en general para que se unan en este esfuerzo. “Necesitamos políticas públicas que apoyen la prevención y el tratamiento de las adicciones, y que promuevan la reintegración social de quienes han caído en el consumo de sustancias. Pero más allá de las políticas, necesitamos corazones comprometidos con la compasión y el amor de Cristo”, explican desde la entidad.