El Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), rama de la organización yihadista Al Qaeda que opera en numerosos países del Sahel, ha reclamado este domingo la muerte de más de un centenar de militares del Ejército de Burkina Faso en un ataque contra el departamento de Mansila, situado en el noreste del país y cerca de la frontera con Níger, según el Site Intelligence Group, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas.
Los yihadistas han reclamado en un comunicado la muerte de 107 soldados y la captura de otros siete militares en un ataque realizado en respuesta a «las continuas masacres y violaciones» de las Fuerzas Armadas del país contra «personas inocentes e indefensas».
Además, el grupo ha anunciado la incautación de tres vehículos, 142 fusiles de asalto Kalashnikov, once ametralladoras, trece lanzacohetes, dos ametralladoras pesadas, dos morteros, un dron y decenas de cargadores de munición y proyectiles, si bien las autoridades del país no se han pronunciado al respecto.
JNIM, la filial más grande de Al Qaeda en África Occidental y el Sahel, se ha atribuido la responsabilidad de numerosos secuestros y ataques desde su formación en 2017. La organización terrorista recibe financiación a través de secuestros para pedir rescates, extorsión, y de contrabandistas y traficantes.
Burkina Faso, dirigido desde 2022 por una junta militar encabezada por Ibrahim Traoré, ha experimentado un aumento significativo de la inseguridad desde 2015 tanto por la presencia del JNIM como otros grupos yihadistas relacionados con Estado Islámico, lo que ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.
Una situación parecida viven Malí y Níger, también regidas por juntas militares, lo que ha llevado a los tres países a crear la Alianza de Estados del Sahel (AES) como forma de aumentar la cooperación en materia de lucha antiterrorista.