El secretario del Departamento de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha conmemorado el 35 aniversario de la masacre de Tiananmen en China, aseverando que Washington «continuará alzando la voz y trabajando con la comunidad internacional para promover la rendición de cuentas por los abusos de Derechos Humanos» en China «tanto dentro como fuera de sus fronteras».
«Recordamos a las decenas de miles de manifestantes pacíficos chinos a favor de la democracia que fueron brutalmente agredidos por defender la libertad, los Derechos Humanos y el fin de la corrupción. 35 años después, aún se desconoce el verdadero número de víctimas de ese día, pero honramos a todos los asesinados y encarcelados el 4 de junio de 1989 y los días siguientes», reza un comunicado.
Blinken ha aprovechado la ocasión para «honrar las muchas voces ahora silenciadas en todo el país, incluidos Xinjiang, Tíbet y Hong Kong». «Nos hacemos eco del llamamiento de los valientes manifestantes de Tiananmen para que China reconozca y respete los Derechos Humanos y las libertades fundamentales consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos de la que es signataria», ha indicado.
Por último, ha pedido al liberación «incondicional de aquellos» que Pekín «ha detenido de manera arbitraria e injusta», mientras que se ha «solidarizado con quienes continúan la lucha por los Derechos Humanos y la libertad individual. «No se olvidará el coraje y el sacrificio del pueblo que se puso de pie en la Plaza de Tiananmen hace treinta y cinco años», ha concluido.
Organizaciones de Derechos Humanos estiman que cientos, posiblemente miles, de personas murieron en la Plaza de Tiananmen de la capital china y sus alrededores el 4 de junio de 1989 cuando las tropas chinas abrieron fuego contra estudiantes y trabajadores que habían pedido pacíficamente reformas políticas y económicas, así como el fin de la corrupción. Decenas de miles fueron arrestadas en toda China en la represión que siguió durante los años siguientes.