Madrid, 4 jun (EFECOM).- La presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, ha abogado este martes por un marco regulatorio «más equilibrado» para el sector financiero en este nuevo tiempo que se abre en la Unión Europea (UE), con una nueva Comisión.
Durante su intervención en unas jornadas de Goldman Sachs a puerta cerrada para la prensa, Kindelán ha considerado que se necesita un marco regulatorio que busque, más allá de la estabilidad financiera, el crecimiento y la competitividad, según fuentes próximas al encuentro.
En su opinión, está claro que hay que reducir la complejidad del marco regulador de la Unión Europea y lograr un enfoque «más equilibrado» entre la estabilidad financiera y el crecimiento.
El sector bancario es un sector regulado y la regulación es importante porque brinda confianza a los depositantes, ahorradores e inversores, ha argumentado, sin embargo, una regulación excesivamente compleja tiene un impacto en el atractivo del sector.
Kindelán ha comentado también que cuando pregunta a los inversores por qué los bancos de la UE tienen un valor de mercado menor, lo primero que le dicen es por la falta de previsibilidad: demasiados requisitos de diferentes instituciones (Bruselas, Fráncfort, París).
Por otro lado, la presidenta de la AEB insiste en que se necesita una visión «holística» de todos estos requisitos normativos y de estos mandatos normativos y que alguien debería evaluar la capacidad del sector bancario de la eurozona.
No solo para atender las enormes necesidades de la economía, sino la capacidad del sector bancario europeo para competir con los actores internacionales, para atraer inversiones de forma sostenida y para apoyar a la economía en su «crítica coyuntura actual», en la que será necesaria mucha financiación, ha añadido.
Además, durante su intervención y siempre según las mismas fuentes cercanas al encuentro, Kindelán ha pedido ambición europea y voluntad política para avanzar en la unión bancaria.
Y ha insistido en que un sistema europeo común de garantía de depósitos pondría fin a la fragmentación del mercado bancario.
Por un lado garantiza la misma protección para los depositantes, independientemente de la ubicación del banco, pero también rompe el llamado nexo banco-soberano y hace que las valoraciones y los costes de financiación de los bancos solo estén determinados por su riesgo, rentabilidad y solvencia, y no por su nacionalidad.
El logro del tercer pilar era importante hace 10 años, ha dicho, pero hoy en día se ha convertido en «crucial», teniendo en cuenta que Europa necesita alcanzar objetivos más ambiciosos.
Un sector bancario fragmentado obstaculizaría la competitividad frente a Estados Unidos o China, ha advertido Kindelán. EFECOM
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