La monorueda, una rueda autopropulsada de gran tamaño que hace las veces de estructura vehicular, ha capturado la imaginación de inventores en diferentes países desde su concepción en el siglo XIX. Este curioso invento, que coloca al piloto en el interior de la rueda junto a un manillar, un sillín y, en versiones modernas, un motor, sigue generando fascinación. Esta rueda única ha sido desarrollada independientemente en lugares tan diversos como los Estados Unidos, Rusia, Reino Unido e Italia.
Durante el siglo XIX, inventores de todo el mundo estaban inmersos en una intensa carrera por crear vehículos propulsados por energía humana o motores, lo que llevó a la creación de los velocípedos. Estas bicicletas antiguas con ruedas gigantescas surgieron como una curiosidad de tiempos pasados, aunque tuvieron su utilidad en su momento. Sin embargo, fue la bicicleta la que dominó este escenario como medio de transporte, desplazada finalmente solo por el automóvil.
El surgimiento de la bicicleta a motor o motocicleta, que también fue parte de esta carrera por la innovación vehicular, fue un paso intermedio esencial. Paralelamente, los inventores comenzaron a explorar otras formas de transporte, lo que incluyó excentricidades como los uniciclos y, notablemente, la monorueda.
Con el paso del tiempo, las monoruedas han evolucionado desde ser conceptos experimentales hasta dispositivos más prácticos. Las versiones modernas incluyen motores y tecnología avanzada que permiten un mayor control y estabilidad. A pesar de estas mejoras, la monorueda sigue siendo considerada una rareza y no ha llegado a desplazar a las bicis o motocicletas tradicionales.
El desarrollo de la monorueda también demuestra la relación entre la innovación y la necesidad. En un mundo donde el transporte y la movilidad avanzan constantemente, los inventos como la monorueda representan el espíritu humano de exploración y creación. Esos vehículos de una sola rueda, aunque raramente vistos en la actualidad, continúan simbolizando un capítulo interesante en la historia del transporte.
Su creación
El velocípedo, inventado por Karl Drais en 1817, fue un hito en la historia del transporte. Posteriormente, Nicéphore Niépce, conocido como el padre de la fotografía, bautizó al invento con ese nombre. Evoluciones del velocípedo condujeron a innovaciones como la monorueda. Un ejemplo importante fue la versión propuesta por R.C. Hemmings, en la que el piloto se encontraba dentro de una rueda de grandes dimensiones, manejándola mediante poleas.
En Italia, 1904, se presentó el garavaglia en el Salón de Turín y la feria de Milán. Esta monorueda con motor, de unos dos metros de diámetro, era operada desde dentro por el conductor. Con un motor monocilíndrico y una velocidad de hasta 10 km/h, impresionó en sus presentaciones, aunque no recibió el apoyo necesario para su producción en masa.
En Estados Unidos, 1914, Alfred D’Harlingue presentó su monociclo en la portada de Popular Mechanics Magazine. Ese invento parecía un híbrido entre avión y monorueda, que utilizaba una hélice conectada a un motor de avión Tres años después, apareció en la portada de Popular Science con una segunda versión que incluía una rueda adicional, haciendo que el piloto estuviera fuera de la rueda principal.
El giroscopio de E.J. Christie en 1923, publicado en Popular Science, mostraba un diseño impresionante con una enorme rueda de cuatro metros de diámetro y un motor de avión de 250 caballos. Aunque solo se presentaron ilustraciones, Christie afirmaba que podía alcanzar los 400 km/h.
En 1924, Davide Cislaghi, un inventor italiano, patentó el velocita en Francia. Con una rueda de 1,45 metros de diámetro y un motor de 175 cc, ofrecía un control más fácil y un sistema de inclinación mejorado. Popular Science dedicó su portada de diciembre de ese año a este innovador vehículo.
John Purves, en 1932, creó la dinasfera en Reino Unido. Inspirado por Leonardo da Vinci, esa monorueda permitía el transporte de hasta dos personas y podía alcanzar velocidades de 40 km/h gracias a su motor de 2,5 caballos. La Popular Science de mayo de 1932 puso ese invento en su portada.
En la URSS de 1976, Eduard Melnikov desarrolló el introciclo, equipado con un motor y un sistema de equilibrio mediante pesos laterales. Aunque se conocen pocos detalles, el vehículo podía alcanzar los 70 km/h en asfalto y 20 km/h en terrenos rurales.
Finalmente, en Estados Unidos, Kerry McLean ha creado varias versiones de la rueda McLean desde 1971. Recientemente, ha desarrollado el McLean V8 Drag Wheel Monocycle, consolidando su presencia en el mercado actual de monoruedas.