El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha expresado este viernes su «grave preocupación» por el creciente número de civiles muertos a manos de las fuerzas de seguridad y grupos armados en todo Burkina Faso.

Turk ha denunciado que entre noviembre de 2023 y abril de 2024 se registraron acusaciones de violaciones y abusos del Derecho Internacional relacionados con 2.732 personas, lo que supone un aumento del 71 por ciento respecto a los datos recabados en los seis meses anteriores. En total, se estima que 1.794 de estas víctimas, un 65 por ciento, fueron sometidas a ejecuciones extrajudiciales.

«Los grupos armados como Grupo de Apoyo para el Islam y los Musulmanes (JNIM), Estado Islámico Gran Sáhara y otros grupos similares han intensificado sus ataques contra civiles, incluidas las personas desplazadas a nivel interno», ha lamentado en un comunicado en el que ha aseverado a su vez que «aunque los grupos armados son presuntamente responsables de la gran mayoría de incidentes y víctimas, también existen indicios de ejecuciones por parte de las fuerzas de seguridad».

El propio Turk ya abordó esta cuestión con el presidente de Burkina Faso, Ibrahim Traoré, durante una visita al país el pasado mes de marzo. «Soy completamente consciente de los problemas de seguridad que sufre Burkina Faso. Una respuesta a estas amenazas solo tendrá éxito si se respeta el Derecho Internacional. Por eso reitero mi llamamiento para que se tomen las medidas necesarias que garanticen la protección de los civiles en Burkina Faso», ha dicho.

En este sentido, ha pedido al Gobierno apoyar la apertura de una investigación «independiente y transparente» sobre este tipo de acusaciones de violaciones y abusos para garantizar que los responsables son llevados ante la Justicia y las víctimas gozan de la reparación pertinente».

«Para que vuelva a construirse la confianza entre los civiles y las fuerzas de seguridad y se restaure la cohesión social, debe haber justicia y responsabilidad penal», ha zanjado.