La sección cuarta de la Audiencia de Tarragona ha condenado a 13 años y medio de prisión a un hombre por asfixiar a su expareja en su piso en Cambrils (Tarragona) en 2021.

En la sentencia, consultada por Europa Press este viernes, el tribunal ha explicado que la pareja inició su relación y convivencia en un domicilio en 2019, y que se prolongó hasta julio de 2021, aunque la relación fue «muy conflictiva, con muchas discusiones».

Tras tener una prohibición judicial de aproximarse y comunicarse con la víctima durante 10 meses, entre el 22 y el 30 de julio de 2021 mantuvo numerosas comunicaciones telefónicas con ella, incluso encuentros personales que provocaron intervención policial.

El 28 de julio de 2021, el condenado discutió en la calle con la víctima y le propinó «un manotazo en la cara», y dos días más tarde por la mañana acudió al domicilio de la víctima y discutió con ella.

Por la tarde, sobre las 17,00 horas, el hombre regresó y siguieron discutiendo, y la golpeó en diversas partes del cuerpo y seguidamente le tapó los orificios respiratorios y le apretó el cuello, causándole la muerte por asfixia.

ABANDONÓ EL DOMICILIO Y VOLVIÓ

El condenado abandonó el domicilio y regresó más tarde para llamar al teléfono 112, comunicando que su expareja estaba en el suelo, «que tenía los labios morados y que no respiraba».

En el momento de dar muerte a la víctima, el condenado había consumido alcohol y/o sustancias psicotrópicas, y tenía un patrón de consumo de larga evolución, por lo que la Sala asegura que «no tenía ninguna afectación de su capacidad para entender y conocer lo bueno y lo malo».

En el momento de los hechos, la víctima tenía 25 años, estaba sola en el domicilio y había ingerido benzodiacepinas y alcohol, arrojando una tasa de 1,30 gramos por litro de alcohol en sangre.