El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha calificado de «falsas» y de «absurdas» las acusaciones realizadas desde el Gobierno israelí de que la decisión de reconocer al Estado palestino el próximo martes constituye una «medalla de oro» para Hamás.

Aunque no ha querido entrar a comentar la «decisión soberana» de Israel de llamar a consultas a su embajadora en España, Rodica Radian-Gordon, y ha descartado la retirada de la embajadora española en Tel Aviv, Ana Salomon, en una entrevista en la Cadena SER, recogida por Europa Press, Albares sí que ha querido refutar las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y de su ministro de Exteriores, Israel Katz.

«Rechazo esas declaraciones porque son no solamente absolutamente falsas, sino absolutamente absurdas», ha sostenido, en referencia a la acusación de Netanyahu de que España, Irlanda y Noruega, que también reconocerán a Palestina el 28 de mayo, supone un «premio al terrorismo» y la afirmación de su ministro de que están dando «una medalla de oro a los asesinos de Hamás».

En este sentido, ha defendido que el reconocimiento se hace no solo por justicia con los palestinos, sino para garantizar la seguridad de Israel, puesto que «si no implementamos la solución de dos estados nunca habrá paz, seguridad y estabilidad» en la región.

Con ello, también se deja «fuera a los que no creen en la solución de dos estados, porque no creen en la existencia de un Estado de Israel», en referencia a Hamás, y se apoya a «nuestros socios para la paz», que no es otro que la Autoridad Palestina.

El Gobierno, ha insistido el ministro, condenó desde el primer momento del ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre y ha respaldado todos los paquetes de sanciones contra el grupo terrorista. Igualmente, sigue reclamando un alto el fuego permanente y la liberación de todos los rehenes.

GENOCIDIO Y PAPEL DEL TPI

Preguntado sobre si cree que lo que está ocurriendo en Gaza es un genocidio, Albares ha repetido una vez más que le corresponde a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que ya tiene una causa abierta al respecto determinarlo, igual que le corresponde al Tribunal Penal Internacional (TPI) decidir si dicta órdenes de arresto contra Netanyahu, su ministro de Defensa y los líderes de Hamás.

El Gobierno no puede sustituir ni a la CIJ ni al TPI, ha sostenido el ministro, que ha garantizado que lo que decidan estos «España lo va a apoyar y lo va a aplicar», dando a entender así que se podría proceder a detener a Netanyahu en un momento dado si finalmente el TPI emite una orden de arresto en su contra.

Albares ha negado que el reconocimiento de Palestina sea una medida electoralista, al producirse en mitad de la campaña para las elecciones europeas. «Hoy lo que hacemos es dar un paso, un paso fuerte para que Palestina, pase a ser un día un estado realista y viable en el concierto de las naciones», ha señalado.

NO HABRÁ EMBAJADA EN RAMALA

También ha venido a reconocer que no supondrá muchos cambios en la práctica, puesto que «ya tenemos relaciones diplomáticas». En cuanto a la posibilidad de abrir una embajada en Ramala, el ministro ha explicado que la idea es que la relación se siga manteniendo desde el Consulado General en Jerusalén, como hasta ahora.

Es lo que hizo, ha explicado, Suecia, el último país de la UE que reconoció a Palestina en 2014. «Es una forma razonable de continuar relacionándonos y al reconocer al Estado palestino».

Por último, ha reconocido su sorpresa por el debate en torno a las fronteras del Estado palestino que se reconoce, tras haber preguntado durante el Pleno del Congreso de los Diputados a Sánchez tanto el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, como la líder de Podemos, Ione Belarra, al respecto.

«Muchos países del mundo que España reconoce tienen disputas territoriales y por lo tanto sus fronteras no están definidas», ha sostenido Albares, que ha puesto el ejemplo de la disputa que España mantiene con Reino Unido por Gibraltar, «y eso no impide que nos reconozcamos mutuamente».

«Por lo tanto uno puede hacer un reconocimiento sin tener una definición de las fronteras», ha insistido, si bien ha remitido a que dentro de la UE hay un consenso de que esas fronteras deberían ser las anteriores a 1967. El Gobierno, ha precisado, quiere que esa definición de las fronteras forme parte de la conferencia de paz.