Natalia Durán relató el duro desafío que enfrenta cada día por decisión que tomó tras las secuelas de su enfermedad, pues la actriz caleña, que interpreta a Helena en la producción Rojo carmesí, contó que vive sin un órgano.
La también modelo debió extirpar completamente su sistema de hormonas conocido como tiroides. “Definitivamente, mi pasado de abuso tuvo un impacto en mi salud”, mencionó.
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Tras ganarle una lucha al cáncer de tiroides, Natalia Durán regresó a la televisión colombiana interpretando a Helena en la nueva producción del canal RCN, Rojo carmesí, proyecto en el comparte set junto a su hija Mia Durán.
Si bien el actual estado de salud de la también cantante y DJ es positivo, las secuelas que le dejó la enfermedad son imborrables; pese a esto, demuestra su fortaleza y ha destacado el aprendizaje que ha obtenido en medio de este difícil proceso, pues se reconoce como una mujer vencedora.
“No tengo un órgano, vivo de manera artificial. Tomé la decisión de extirpar completamente mi sistema de hormonas, la tiroides; y las personas en mi situación vivimos con pastillas sintéticas”, compartió en entrevista para el portal web Publimetro.
Desde hace varios años, Natalia adoptó un sistema de vida tanto espiritual como basado en la alimentación saludable y consciente, además de practicar disciplinas que le ayudan a mantener su cuerpo y mente en equilibrio, sin embargo, pese a ese estilo de vida basado en lo natural, debe evitar otras complicaciones de salud, razón por la debe consumir medicamentos de manera estricta.
“Ha sido un desafío manejar las hormonas sintéticas, pero los médicos me han dicho que estoy haciendo todo bien. Es un proceso largo y constante en el que aprendo cada día”.
Natalia Durán recordó el abuso del que fue víctima
Por otra parte, la actriz mencionó que aparte de lo físico, también vive una batalla emocional, pues asegura que el abuso sexual que sufrió en su niñez afectó su salud.
Natalia contó en el pasado que fue abusada sexualmente por parte de su padre y dos primos. Una lucha emocional constante con la que ha tenido que lidiar y a lo que se sumó su enfermedad. Natalia indicó que hay una relación directa entre la salud física y emocional.
“Definitivamente, mi pasado de abuso tuvo un impacto en mi salud. Aunque no me duele en este momento, fue un desafío enfrentarlo. Lo más hermoso fue encontrar mi fortaleza interior”, expresó.
A través de sus redes sociales, Natalia encontró un canal para comunicar su proceso de sanación tanto físico como mental. Ella comparte en Instagram con sus seguidores los mecanismos que ha empleado para conseguir vitalidad y felicidad. Además, da consejos para manejar temas de salud mental, incluso publica sus nuevos hábitos alimenticios.
Natalia se convirtió en una sobreviviente, pero a su vez, elevó su voz en pro de visibilizar un problema que afecta a las mujeres en el país y que en Colombia todavía no existe una regulación que lo controle, pues la actriz descubrió que la causa de su cáncer lo desencadenaron sus prótesis mamarias, razón por la decidió extraerlas.
“Esto es la causa de lo que me estaba enfermando, de lo que estaba haciendo que yo perdiera mis procesos cognitivos (sic) detrás de esto había complejos de mi cuerpo, traumas, muchas cosas que al confrontar esta realidad sané en mi espíritu y ahora soy yo, me siento feliz”, manifestó la artista caleña, luego de informar que se había retirado las prótesis, poco después de haber superado el cáncer de tiroides.
Pese a seguir las indicaciones médicas para su cuidado, reveló que abandonó el consumo de ciertos medicamentos que le generaban consecuencias secundarias. “Todo lo estoy haciendo con naturopatía y medicina funcional, entendiendo toda mi biología, las consecuencias de los órganos, no viendo mi sistema como partes aisladas y con bases fundamentales, como dietas no inflamatorias, desintoxicación, ejercicio y buenas vías de eliminación”, contó en entrevista con la revista de entretenimiento Vea.