Tras el consejo de seguridad que se realizó en el departamento del Cauca, durante la noche del lunes 20 de mayo, el Ministerio de Defensa publicó el cartel con los rostros de los jefes insurgentes del frente Jaime Martínez, la estructura del autodenominado Estado Mayor Central (EMC) a la que se le atribuyen los atentados en Morales (Cauca) y Jamundí (Valle del Cauca).
“Hasta de 500 millones de pesos por información de los maximos cabecillas: alias ‘Marlón’, ‘Esteban Medina’, ‘Pincher’, ‘Oso Yogui’, ‘Pepe’, ‘Plátano’. Hasta de 100 millones de pesos por los responsables del atentado contra la estación de Policía en Morales, Cauca. Se trata de alias ‘Lian’, ‘El Paisa’, ‘Juan Carlos’, ‘Coni’, ‘El Indio’, ‘Matin’ y ‘Huevito’”, publicaron en su cuenta oficial de la red social X.
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En la mañana del mismo lunes los subversivos de ese grupo, que no se acogió al acuerdo de paz entre la extinta guerrilla de las Farc y el Estado colombiano, atacaron con una motocicleta bomba en inmediaciones de un hotel en el centro del municipio de Jamundí, donde resultaron heridos tres niños y dos policías, así como afectó a otros establecimientos comerciales de la zona.
“Rechazo contundentemente el atentado terrorista en el centro de Jamundí cerca a un hotel (…) Toda mi solidaridad con los uniformados lesionados, la institución y la comunidad jamundeña afectada por este acto criminal”, señaló en ese momento la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro.
Sin embargo, fue en Morales donde ocurrió otro atentado más grave, durante la misma mañana, en contra de la estación de Policía del municipio, que dejó el trágico saldo de cuatro personas muertas: dos uniformados y dos personas privadas de la libertad que permanecían en ese lugar. También resultaron otros heridos tres policías y cuatro civiles.
El ataque de los guerrilleros se extendió a la sede del Banco Agrario, del que los insurgentes hurtaron 50 millones de pesos.
Ya en la tarde del lunes se revelaron las identidades de los uniformados que perdieron la vida: los patrulleros Jaime Andrés Calderón Reyes, de 25 años de edad, y Diego David López Domínguez, de 26.
Los graves hechos de violencia conllevaron a una consejo de seguridad extraordinario en el que estuvieron la vicepresidenta de la República, Francia Márquez, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, y el del Interior, Luis Fernando Velasco.
“La expresión de solidaridad con los familiares, no solo de los policías, sino de todas las víctimas de la oleada terrorista que el Estado Mayor Central, y particularmente, la estructura Jaime Martínez ha desatado en el departamento del Cauca, que no es por una debilidad de nuestras Fuerzas Militares y de Policía, sino, por el contrario, debido a las acciones que se adelantan en el departamento, después de la suspensión del cese al fuego con el EMC”, indicó el titular de Defensa.
Mientras que Velasco anunció que el segundo al mando de la institución se quedaría en el departamento para coordinar las acciones para proteger a la población ante la oleada terrorista de los insurgentes.
“El director de la Policía, William René Salamanca, ha instruido la llegada de nuevos policías que reforzarán unas estaciones de Policía específicas que definirá el general Nicolás Alejandro Zapata, subcomandante de la Policía Nacional, que se quedará en el Cauca coordinando este tipo de acciones”, anunció.
El ministro agregó que se asignarán 25.000 millones de pesos para mejorar la seguridad en ese departamento con la inversión en sistemas de monitores para individualizar personas y placas de vehículos.
“Para que con tecnología, inteligencia artificial, cámaras de última generación se puedan identificar rostros, y a través de un software especial que genera alertas cuando algo extraño está pasando en algún lugar”, informó.
Y es que desde la semana pasada la violencia se ha incrementado en el Cauca, tan solo el pasado viernes 17 de mayo, un niño de 12 años y un adulto mayor de 67 años resultaron muertos cuando se movilizaban en una motocicleta por la vía Miranda-Corinto, luego de que los guerrilleros detonaran un artefacto explosivo a su paso.