La familia Badillo Tayo está de luto tras la trágica muerte de Alexander Badillo, un colombiano de 46 años, que falleció el 17 de mayo pasado en Denver, Colorado, Estados Unidos, mientras tomaba una siesta dentro de un vehículo.
Alexander había viajado a Estados Unidos en diciembre de 2022 junto a uno de sus hermanos, con la esperanza de mejorar su situación económica, pero su sueño americano se truncó cuando, debido al fuerte ritmo de una serie de trabajos eventuales, el santandereano decidió descansar dentro del vehículo junto a un compañero de trabajo.
Fue entonces cuando los dos hombres se vieron afectados por el monóxido de carbono emitido por el automotor y, en unos minutos acabó con sus vidas. Aunque los servicios médicos trataron de reanimar a Alexander, no lograron salvar su vida.
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De acuerdo con la información de Semana, los familiares del fallecido decidieron hablar sobre el acontecimiento. Angie, hermana de Alexander, conversó con el medio, y relató que su hermano había laborado “en una empresa de cartón, en restaurantes, tuvo varios trabajos”. Según comentan, incluso, pintó casas. pesar de su esfuerzo, la situación económica le llevó a vivir temporalmente en su coche.
El familiar que más conocía de la situación de Alexander era un primo que lo hospedó en su casa por unos días mientras Alexander buscaba un ingreso estable para alquilar un lugar. Sin embargo, Alexander prefería no molestar a su familia y trasladaba sus pertenencias y pasaba las noches en su coche. “En un tiempo, él estuvo sin trabajo y era muy reservado,” comentó Angie entre lágrimas.
El último mensaje y una difícil repatriación
La última comunicación entre Alexander y su familia fue con su madre, quien recordó sus palabras con dolor. Según comentó su hermana, “le dijo (a su madre) que quería visitar a mi otro hermano y que si le daba el teléfono, visitó a mi hermano, a mis sobrinos y ya”, aseguró Angie. Tras cinco días sin saber de él, la familia recibió la noticia de su muerte a través de una llamada que sorprendió a su primo en Estados Unidos.
Ahora, la familia enfrenta el desafío de repatriar el cuerpo de Alexander a Bucaramanga, Colombia, para darle un último adiós. Angie mencionó que la repatriación tiene un costo aproximado de 33 a 36 millones de pesos (unos 7,300 a 8,000 dólares), una suma considerable que la familia está tratando de reunir.
Además, han intentado comunicarse con la Cancillería colombiana para obtener ayuda, pero sin éxito debido a la falta de un seguro adquirido previamente al viaje. “Es entendible que mi mamá quiere ver a su hijo por última vez y no metido en cenizas en un cajón”, dijo Angie.
La historia de Alexander Badillo es un reflejo de la difícil realidad que enfrentan muchos inmigrantes que buscan un futuro mejor en el extranjero, y la dolorosa experiencia de sus familias en el país de origen. Ahora, sus seres queridos solo esperan poder darle un adiós digno a Alexander en Colombia.
De hecho, ha sido tal la dificultad que, como publicó el portal informativo, el proceso para que el hermano de Alexander reciba el cuerpo en Denver ha sido lento. “Él murió el viernes (17 de mayo) y no le hicieron la autopsia sino hasta ayer,” explicó la mujer.
En esas, agregaron los familiares que, pese a que la espera a una respuesta por parte de las autoridades migratorias puede ser dolorosa, también les proporciona tiempo para recolectar los fondos necesarios. Angie destacó la personalidad noble y preocupada de Alexander hacia su madre, y lamentó no haberle contestado la última vez que él intentó comunicarse con ella.