Madrid, 22 may (EFE).- La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha asegurado que no actuar frente a la crisis climática que el planeta afronta actualmente podría generar en España pérdidas del 18 % en el PIB para 2050, por lo que ha llamado a actuar frente al negacionismo climático.

Ribera ha intervenido en la décimo séptima edición del foro Biodirecto, que en esta ocasión ha versado sobre ‘Negacionismo vs realismo climático’ y que ha sido moderado por la politóloga y asesora de Ecodes Cristina Monge.

Coincidiendo con la celebración del Día de la Biodiversidad Biológica, Ribera ha subrayado que es necesario actuar frente al negacionismo, al retardismo y a las noticias falsas sobre el cambio climático, y rebatir las informaciones que no respetan la verdad, con una reflexión colectiva y argumentos basados en la ciencia.

En opinión de la ministra, es necesario actuar frente al cambio climático, porque el no hacerlo ahora podría suponer «en España pérdidas del 18 por ciento en el Producto Interior Bruto (PIB) para 2050».

La vicepresidenta ha rechazado el acoso y ataques que están sufriendo científicos y comunicadores que hablan e informan de ciencia, cambio climático o meteorología, y ha asegurado que se necesita responder «no con insultos, si no con ciencia», e identificar los comportamientos que retrasan la respuesta al cambio climático, removiendo los obstáculos y generando oportunidades.

«La acción por el clima beneficia a todos», ha aseverado Ribera, quien ha explicado que el cambio climático está ya en la puerta de los hogares, con temperaturas extremas, periodos más prolongados de sequías y fenómenos que no se pueden negar porque aparecen en los registros.

El impacto de los fenómenos climáticos tiene afecciones en la salud, la agricultura o el turismo, «son cuestiones que debemos abordar con miras al futuro», según Ribera, porque los índices de varias entidades dicen que «no estamos preparados» y «Europa no está lista» frente a lo que se aproxima con el cambio climático.

Es necesario redimensionar las ciudades, pensar en la energía, en las explotaciones agrícolas garantizando el relevo generacional, el agua o el empleo verde, según la vicepresidenta tercera, porque se trata de buscar respuestas para no retrasar las acciones frente al cambio climático, ya que cualquier retraso supondrá más sufrimiento y menos oportunidades.

El sociólgo y politólogo de la Universidad Rey Juan Carlos y secretario general del Observatorio Euromediterráneo, Roberto Luciano Barbeito Iglesias, ha identificado dos clases de negacionismo climático: el severo, que afecta a 3 de cada 10 españoles y el flexible que lo hace en uno de cada 10.

Ha destacado que en el negacionismo climático influyen aspectos culturales y el posicionamiento político, y en muchos casos afecta a personas que se sienten desamparadas, con sensación de abandono, en las que suscita desconfianza e incredulidad; personas a las que llegan los mensajes de partidos y organizaciones con estrategia electoral que los lanzan con propósito de confrontación.

La científica titular del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Astrid Wagner, ha subrayado el discurso pseudoescéptico del negacionismo climático y ha recordado que puede estar englobado como histórico, científico, tecnológico y político, aunque el climático es científico, pero puede tener rasgos de las otras categorías.

Ha enfatizado en que el negacionismo climático hace una selección arbitraria de datos y niega la urgencia de transformar nuestro modo de vida y fomenta actitudes de ignorancia activa.

La profesora Elena Lázaro Real, coordinadora de la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación de la Universidad de Córdoba, ha subrayado la necesidad de la alfabetización científica pero también mediática del personal docente y organismos de investigación.

El sistema estatal de I + D + i está muy atento a las necesidades de la realidad más cercana en cada lugar en España, ha dicho, pero «el negacionismo se mueve con facilidad por redes sociales».

María Eugenia González, científica titular del Instituto e Salud Carlos III de Madrid, ha explicado que el centro, referencia entre salud y medio ambiente, difunde el concepto de una sola salud («One Health»), porque «todos los seres vivos estamos interconectados», y todos los ecosistemas «ayudan a que nuestra salud sea idónea».

Los ecosistemas dañados provocan pérdida de biodiversidad, ha recordado, y ha subrayado que gracias a las evidencias científicas esas pérdidas están afectando a nuestra salud, con enfermedades parasitarias, endocrinas o alergias, entre otras.

Todos los contertulios han coincidido en la necesidad de disponer de información veraz, basada en la ciencia y que llegue a toda la sociedad.

EFE

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