• Guilluy sostiene que los desposeídos de hoy se hicieron numerosos cuando las élites apostaron por un Occidente sin fábricas, ni obreros, ni agricultores.
  • Viven “en el borde del mundo”, en las periferias económicas, geográficas y sobre todo culturales de su propio país.
  • La prioridad hoy es reindustrializar, volver a crear empleos en los territorios periféricos donde vive la mayoría de los desposeídos, propone el geógrafo francés.