En Colombia continúan las masacres casi de manera semanal, pues solo en 2024 se tiene el registro, a corte del 6 de junio de 2024, de 26 hechos violentos en los que han perdido la vida 85 personas. Esta realidad llevó al representante a la Cámara Miguel Abraham Polo Polo a compartir una imagen en sus redes sociales que tuvo como protagonista a la cantante Adriana Lucía.
A través de una publicación en su cuenta de X, el representante de las negritudes se refirió a la cifra de masacres que se han registrado durante el Gobierno de Gustavo Petro en el que, según Polo Polo, se han registrado 150 hechos, por lo que en la imagen se ve a la cantante colombiana en medio de la movilización social peleando por las masacres que se registraron en el gobierno Duque, pero bailando por los hechos violentos en los que han muerto colombianos en el periodo Petro.
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Y es que de acuerdo con cifras del Instituto de Estudios para el Desarrollo de la Paz (Indepaz) desde el 7 de agosto de 2022, fecha en la que comenzó el mandato de Gustavo Petro, se han registrado un total de 158 masacres que han dejado 577 personas asesinadas, aunque, según el reporte de agosto de 2022 compartido por el Observatorio de Derechos Humanos y Conflictividades de Indepaz entre 2018 y 2022, periodo de mandato de Iván Duque, se registraron 957 asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos, así como 261 firmantes del acuerdo de paz asesinados y 313 masacres que resultaron en 1.192 víctimas.
El informe indicó que la violencia armada afectó de manera significativa a los departamentos de Cauca donde se registraron 340 asesinatos, Nariño con 151, Valle del Cauca con 117 y Putumayo con 103, además, se documentaron 220 casos de desaparición forzada, 555 secuestros, 446 confinamientos, 545 desplazamientos forzados, 29.634 extorsiones y 50.179 homicidios.
El análisis de Indepaz resaltó la falta de efectividad en la protección de comunidades y líderes sociales, vinculándola con la implementación deficiente de la estrategia de seguridad y la falta de reconocimiento al acuerdo de paz firmado en 2016 con las extintas Farc.
En el documento se lee: “La visión de seguridad nacional y de la presencia estatal en los territorios afectados críticamente por la historia de violencia armada y disputas por rentas lleva a ver como sospechosas a las organizaciones sociales regionales que se han opuesto a la militarización y a la erradicación forzada de los cultivos de coca”.
Asesinados por la guerra entre el ELN y las disidencias de las Farc
En Arauca, departamento en el que persiste la presencia de la guerrilla del ELN y disidencias de las FARC, se ha intensificado una sangrienta lucha por el control territorial desde enero de 2022, pues los habitantes viven bajo constante amenaza, mientras que las autoridades locales se encuentran impotentes ante el dominio del crimen organizado.
Según información obtenida por Semana, municipios como Fortul, Arauquita, Puerto Rondón, Tame, Cravo Norte y Saravena están bajo el asedio de estos grupos armados que compiten ferozmente por el control del narcotráfico y otras actividades ilícitas.
Al respecto, el gobernador Renson Martínez solicitó la intervención del presidente Gustavo Petro para restablecer el orden y la seguridad en el departamento: “Reiteramos la urgencia de la intervención del Gobierno que usted (Gustavo Petro) lidera para tomar medidas que garanticen la vida e integridad de nuestros habitantes y proteger a los líderes comunitarios en el ejercicio de sus funciones”.
A lo largo de los años se logró identificar que el ELN controló los asuntos políticos y las FARC el narcotráfico en el departamento; sin embargo, en los primeros meses de 2024 las disidencias de las FARC han intentado recuperar áreas controladas previamente, lo que generó enfrentamientos que afectan gravemente a la población civil.
Esta situación ha empeorado con la implementación de la política de Paz Total del presidente Petro, que según el senador José Vicente Carreño del Centro Democrático que, según Semana, señaló que desde el 7 de agosto de 2022 se han registrado al menos 550 asesinatos perpetrados por las disidencias y el ELN.