La agencia de calificación S&P; Global Ratings ha comunicado este martes que confirma el rating de ‘A-/A-2’ asignado a la energética italiana Eni, pero que sus perspectivas son ahora ‘negativas’ por la conjunción de cuantiosas inversiones futuras con un flujo de caja libre limitado.
«La combinación de elevadas inversiones, menor ‘cash flow’ por la moderación de los precios del gas natural, y la estabilidad en la devolución de capitales a los accionistas probablemente dará lugar a que los fondos de las operaciones de Eni sobre la deuda caigan a alrededor del 45% en 2024-2025, lo que está por debajo de nuestras expectativas para las condiciones actuales del mercado y las métricas de los rivales de Eni», ha explicado S&P.;
La agencia ha manifestado que cree que Eni podrá mejorar sus métricas a partir de 2026, asumiendo unas condiciones de mercado similares, pero que el margen de maniobra bajo la calificación actual será «muy ajustado» en 2024 y 2025, ante la predicción de S&P; de que los precios de medio ciclo del petróleo serán de 55 dólares (50,54 euros) por barril.
Así, S&P; ha revisado su perspectiva sobre Eni de ‘estable’ a ‘negativa’ y ha confirmado sus calificaciones crediticias de emisor ‘A-‘ a largo plazo y ‘A-2’ a corto plazo. Igualmente, también ha confirmado todos los ratings de la deuda del grupo.
Por su parte, la agencia ha indicado que podría rebajar la nota de solvencia si la empresa «no construye un margen de endeudamiento del 45% frente a los beneficios antes de intereses y amortizaciones» mientras las condiciones del mercado sigan siendo favorables.
De no hacerse, Eni quedaría «expuesta» si los precios del petróleo descendiesen rápidamente hacia los niveles de 55 dólares.