Shah Abbas y Juan Verano

Srinagar/Nueva Delhi (India), 1 sep (EFE).- La Cachemira administrada por la India votará mañana martes en la última fase de sus primeros comicios regionales en una década, un proceso que ha sorprendido por la alta participación y la inédita presencia de las formaciones separatistas.

Alrededor de 3,9 millones de electores están habilitados para participar en cuarenta distritos electorales, entre ellos Jammu, uno de los principales centros urbanos del sur del territorio, y la única del conflictivo territorio de mayoría hindú.

También se mide el distrito Udhampur, bastión del local Partido Nacional de las Panteras, de tendencia secular.

Las medidas de seguridad se han extremado en esta zona del país, marcada por décadas de insurgencia y múltiples conflictos latentes.

Se espera que los dos grandes partidos indios, el nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP) del primer ministro Narendra Modi, y el opositor Partido del Congreso (INC) -que acude a las urnas junto a la regional Conferencia Nacional-, se disputen los asientos en los distritos de Jammu y sus alrededores.

En el norte del país, más inhóspito y menos poblado, las fuerzas separatistas podrían cobrar un rol más determinante en un escenario marcado por las tensiones territoriales, reavivadas por la retirada del estatus de semiautonomía al territorio cachemir en 2019 por parte del Gobierno indio.

La primera fase de la votación, celebrada el 18 de septiembre, registró una participación récord de más del 61 %, un cambio significativo en la región de mayoría musulmana más grande de la India, donde los llamados al boicot liderados por los separatistas han mantenido baja la participación electoral durante más de 35 años.

El conteo final de votos está previsto para el próximo 8 de octubre.

Los comicios son también los primero desde que el Gobierno nacionalista hindú del primer ministro, Narendra Modi, aboliese el estatus de autonomía del que gozaba la región hasta 2019, reduciéndola a dos territorios administrados por el Gobierno federal.

Esta medida también despojó a Cachemira de su constitución separada y de las protecciones especiales relacionadas con la propiedad de la tierra y el empleo.

La controvertida decisión permitió a Modi nombrar administradores externos para gobernar las regiones recién divididas de Jammu y Cachemira y Ladakh, que comparten fronteras con China y Pakistán.

Tanto la India como Pakistán administran partes de la Cachemira, pero cada país reclama la totalidad del territorio.

Desde 1989, los insurgentes de la Cachemira controlada por la India han estado luchando contra Nueva Delhi, abogando por la fusión de la región con Pakistán o por la conformación de un país independiente.

La India acusa a Pakistán de fomentar la insurgencia al apoyar el terrorismo transfronterizo.

Por su parte, Pakistán niega la acusación e insiste que los cachemires están librando «una lucha autóctona por su libertad».

Precisamente, los votantes llegarán a la última fase electoral con la oportunidad de materializar en forma de voto sus demandas secesionistas en un escenario en el que el oficialista se ha encargado de fomentar la idea de que la violencia y la insurgencia en la Cachemira administrada por la India, de mayoría musulmana, han disminuido desde la revocación de la autonomía del territorio.

El separatista Abdul Rashid Sheikh, conocido como ‘El Ingeniero Rashid’, liberado bajo fianza provisional antes de la primera fase electoral.

En las últimas semanas, Rashid, que venció en varios distritos del territorio cachemir en las últimas elecciones parlamentarias indias, ha movilizado un importante apoyo público para los candidatos de su partido.

Por su parte, el también secesionista y proscrito Jamaat-e-Islami (Jel) ha presentado candidatos independientes en varias zonas y apoya a otra en otras. EFE