El presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, ha reclamado que tanto el Gobierno como las comunidades autónomas tienen que marcarse el objetivo de déficit cero, después de la exigencia de Junts al Gobierno para que se dé a las autonomías un tercio del total del déficit.
Para Pich, la propuesta de Junts forma parte de la «normalidad del juego político» en un Estado descentralizado, pero advierte, en declaraciones a Europa Press, de que España padece «la enfermedad de déficit permanente desde el año 2008» y que la última pandemia «demostró que se necesitan billetes para cuando haya problemas».
Junts considera una falacia que el Ministerio de Hacienda se oponga a su propuesta de reservar un tercio del límite total de déficit para las comunidades alegando que Bruselas no lo permite.
Según el partido independentista, Bruselas solo fija el porcentaje total de la administración pública, pero la división entre todas ellas corresponde al Estado. Es más, recalcan que en 2012 ya se reservó más de un tercio a comunidades y ayuntamientos.
La formación del expresidente catalán Carles Puigdemont sostiene que de los 40.000 millones de euros de gasto, el Gobierno se reserva casi el 90% con su previsión del 2,5% de déficit, más de 35.000 millones de euros. «¿Y qué le toca a Cataluña?», cuestionó su portavoz en el Congreso, Miriam Nogueras.
El Ejecutivo, por su parte, considera que la condición de Junts va muy lejos, si bien se muestra dispuesto a negociar para alcanzar un acuerdo que permita sacar adelante la senda de estabilidad.
A MÁS RECURSOS, MÁS EXIGENCIAS
Sobre este debate, el presidente del Consejo General de Economistas enfatiza que las administraciones «tendrían que pensar en el déficit cero». «No se puede vivir permanente con déficit», ha subrayado, para abogar por que se incentive a quien gestione bien: «Si todos queremos más recursos, hay que exigirnos más».
«Estamos en un tema de vasos comunicantes. Al final tenemos tres administraciones: ayuntamientos, autonomías y Gobierno estatal. Lo que tenemos que conseguir es que las tres trabajen de forma ensamblada», ha indicado.
Pich ha dicho que entiende que cada administración quiera tener más capacidad de gasto, pero ha pedido gastar mejor por «si vienen mal dadas» y fijarse como meta el superávit aunque lograrlo «de golpe» sea difícil.
«La ciudadanía tiene que pedir a las tres administraciones que se aclaren entre ellos» para que la gestión presupuestaria sea efectiva, pues «no nos interesa como país que la calidad de la deuda española se complique», ha concluido.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez llevó al Congreso un techo de gasto de 199.171 millones para 2025 y una previsión de déficit del 2,5%, con la Administración Central asumiendo la mayor parte, el 2,2%, por encima del 0,2% de la Seguridad Social y el 0,1% concedido a las comunidades autónomas.
La petición de Junts es que las autonomías asuman el 0,8% del margen de déficit, por lo que la Administración Central y la Seguridad Social tendrían que repartirse el 1,7% restante.